Si… fuera venezolano


En estos días he estado pensando en algunos personajes que regularmente veo en series de televisión, y de repente se me ocurrió el hacer el ejercicio de suponer como sería su historia si fueran venezolanos. Así, se me ocurrió pensar que sucedería si Superman fuera nativo de nuestro país.

Para comenzar, si se quiere pasar desapercibido, en lugar de Clark Kent, debería llamarse Carlos Perez. Carlos Perez debería ser reportero, pero dadas las circunstancias actuales (y desde hace rato) en las cuales vive venezuela, ser reportero le quitaría mucho de su tiempo, si no todo. Para estar metido en la jugada, podría estar en algún periódico, pero la realidad venezolana obligaría a que fuese mas bien reportero de algún canal de televisión. Así, debería trabajar o en Globovisión, o en Venezolana de Televisión. De esta manera, tendría su tiempo bien comprometido con el sólo hecho de estar tras la noticia, y debido a que aquí en venezuela todo el mundo quiere estar dando declaraciones, pues estaría muy entretenido y le sería bien difícil “desaparecerse” para cumplir su trabajo como Superman. Pero, evidentemente Carlos Perez no podría dedicarse a la fuente política. Allí no tendría mayor cosa que hacer, o en última instancia, su futuro sería muy pobre si se dedica a esa fuente. El cubrir la fuente de política significaría dedicarse, principalmente, a la persecución de la corrupción, labor que ya tiene su paladín, desde hace 10 años. Según entendemos, no valdría la pena luchar contra la corrupción, ya que la misma murió cuando se acabó con el pacto de punto fijo, de manera que la corrupción está erradicada de nuestro país desde ese entonces.

Para que Superman sepa que hacer, Carlos Perez debería dedicarse o a la fuente de justicia, o a la de sucesos. La de justicia no le sería tampoco de mucha utilidad, ya que no habría nada mas ridículo que Superman en los tribunales o en la Fiscalia. Como es un héroe, no puede cobrar por sus servicios, por lo cual tampoco le serviría para hacerse millonario, como les ha sucedido a algunos defensores, de ambos lados, que les ha tocado esa labor. Por ello, lo mejor sería que Carlos Perez cubra la fuente de sucesos. Pero esto también tendría sus problemas. Si Carlos Perez trabajara en el canal del estado, y se basara en las cifras del CICPC, pues tendría mucho tiempo libre; pero si por otra parte, cubriera la fuente de la oposición, tendría que convocar, en forma inmediata y sin demora, a la liga de la justicia para que lo ayude. Pero como no se puede ir en contra de lo que insiste el Gobierno que sucede, pues Carlos Perez entrevistaría de vez en cuando al Director de la CICPC, al Ministro del Interior, y de vez en cuando apoyaría en la transmisión de alguna huelga en alguna carcel. La mayor parte del tiempo, como Superman, estaría desocupado, quizás volando por Caracas a ver si consigue algo que hacer, y de desfile en desfile, cuidándose de los Sukhoi nuevos, que van de aquí para allá y de allá para acá todo el tiempo.

Obviamente, Carlos Perez, a sus 30 y tantos años, debería al menos tener una novia. De lo contrario, nadie le va a creer que las ojeras son porque en la noche “lucha por la justicia”. Mientras trabaja como Carlos Perez, no habria problema, ya que saldría permanentemente en la televisión, razón por la cual su novia estaría muy orgullosa de él, pero si de vez en cuando sale a “arreglar” algún problema con un azote de barrio, debe tener unas muy buenas excusas. Como es el ritmo de vida en la capital, tendría unas ventanas de tiempo entre las 5 de la tarde y las 8 de la noche, en las cuales podria salir, aprovechando que vuela, a hacer lo suyo, y al llegar a su casa podria decir, como todo caraqueño: “mi amor, me agarro una cola que no te imaginas”. También en las mañanas podría utilizar el mismo truco, aunque si es raro que agarren a un malandro, mas raro aún es que lo hagan en la mañana, por lo cual, para mantenerse “bajo perfil”, tendria que hacerlo en la noche.

Otro problema seria que hacer con los malandros que agarre. En “Metropolis” hay una sola policía, pero aqui no. Quizás deberia cargar un GPS, con “Google maps” instalado, para saber en qué municipio está agarrando al “choro”. Así, podrá saber a que policía se lo entrega, y Dios lo guarde de pasar de un municipio a otro, a menos que sea en una “persecución en caliente”, en cuyo caso, deberia ir a la Fiscalia a dar las respectivas declaraciones, que no causaran mayor efecto que abultar algun expediente almacenado bajo la “S” de Superman.

Obviamente, Superman es “YANKEE”. Es un yankee de los grandes, el mas representativo de ellos, y no un “piti-yankee”, de manera que seria demasiado dificil pensar en que viviria aqui, a pesar de la intención que tenga. A pesar de no ser humano, y de que no conocemos su anatomia, obviamente tiene su corazoncito. Y como todo ser con un corazoncito, podria aguantar que lo llamen “yankee de mierda” una, quizas dos veces, pero a la tercera, estoy seguro que montaria en colera, y dirigiria la misma en contra de las instituciones del pais, destruyéndolo todo a su paso. Esto originaría que la cancillería se viera obligada a expulsarlo del pais, con lo cual terminaríamos viendo a Superman en algún bar, lamentándose por el día en el cual pensó venir a Venezuela a ayudar a resolver los problemas mas profundos que tenemos con respecto a la lucha contra el hampa…

Ojalá pase aunque sea de vacaciones. El sueldo que se mete como reportero del “Daily Planet” no lo usa sino para reponer los trajes que rompe cada vez que sale a luchar por la justicia, por lo cual todos esos dólares podría dejarlos aquí, en Venezuela, donde podría recorrerla de punta a punta, con algún plan “todo incluido”, y “sukhoi free”.

Reimpulso (o un análisis muy particular a la crisis de los 40)


Por alguna extraña razón, en estos días he estado pensando mucho, acerca de lo que he hecho para llegar donde estoy, y lo que debo hacer para seguir adelante. He estado pensando tanto, que incluso me llamó la atención el que estuviera dedicando tanto tiempo a esa actividad. Aproveché en la semana, y lo estuve conversando con un par de amigos y algunos familiares, y salió la primera respuesta: «estas entrando a la crisis de los 40». Por supuesto que eso me llamó, más que la atención, a un proceso de profunda meditación, de manera de determinar ahora, si me encontraba siendo el actor principal de un proceso markoviano, o si por el contrario, efectivamente estaba entrando en esa «crisis», que según las definiciones se produce al llegar a lo que es la mitad del total de años promedio de esperanza de vida.
Pues bien, lo primero que hice fué, efectivamente, hacer algo de investigación «gugleana», para saber a que se refieren los «expertos» con lo de la «crisis de los 40». Después de mi investigación, pude llegar a la conclusión de que definitivamente no es un proceso químico que sucede en mi cuerpo, y que se dispara al acercarse a cierta edad. A diferencia de lo que pasa en el caso de las mujeres, hasta ahora no se ha podido relacionar ningún proceso químico con lo que les sucede a los hombres al estar alrededor de los 40 años. Por el contrario, y creo que para desgracia de los hombres, lo que parece que sucede es que los hombres, al sentirse en la mitad de lo que será su vida, estadísticamente hablando (y esto es importante de aclarar, puesto que nadie sabe cuánto va a vivir), pues comienzan a examinar lo que han hecho, y a ubicar su situación actual en función de lo que planificaron en sus tiempos de juventud. Así, si lo entiendo bien, las crisis más fuertes, que devienen en separaciones familiares, y en dedicación a actividades como el golf, montar moto o saltar en paracaídas, se producen en los hombres que caen en cuenta que no han logrado nada de lo que planificaron que lograrían para esa edad; por otra parte, otro «disparador» de la crisis es cuando se nota, «súbitamente», que se tienen responsabilidades muy grandes, que generan mucha presión (familia, trabajo, etc), por lo cual se busca alguna manera de escapar a dicha situación. En mi caso, obviamente asumo que he llegado al punto donde debo revisar lo que ha sido mi vida hasta ahora, y obviamente planificar lo que será de aquí en adelante. Pero un momento, en mi caso, siempre he hecho eso; quizás al comienzo, cuando era más joven, lo hacía en forma «inconsciente», mas obligado por la necesidad de tratar de definir un rumbo que por un acto planificado, pero en la medida en que he ido alcanzando algunas de las metas que me he impuesto (o que me han tocado, ya que algunas son asi), pues he tenido que ir repitiendo el acto de reflexión, de manera que, si aplicamos el término «la práctica hace al maestro», pues ya soy todo un maestro en la práctica, y mejor aún, he estado pasando de crisis en crisis, cada vez que me toca repetir la oportunidad. Sin embargo, sí hay algunas diferencias importantes entre este ejercicio repetido, o «crisis», entre las veces en que lo hacía en mis años «mozos», y ahora.

Definitivamente, los logros profesionales son muy importantes en la vida de cada persona. En mi caso, a cada logro profesional (grado, comienzo o fin de un trabajo, etc.), correspondió un «análisis de entorno» para saber dónde estaba, y hacia dónde iba. Obviamente, al comienzo no fué un análisis, sino mas bien una búsqueda desesperada de respuestas a la pregunta: «y ahora qué?». La juventud muchas veces me jugó las peores bromas, al obligarme, por desesperación, a tomar decisiones y por ende acciones que realmente no me llevaron muy lejos, por lo cual hube de reiniciar el proceso, basado en la experiencia que adquiría de mis errores, que quizás es, cuando menos, la forma más efectiva de aprender. De esta manera, cada vez que me tocaba contestarme a la pregunta antes formulada, pues la experiencia iba ayudándome a ver el camino, a decidir entre la pastilla roja o la pastilla azul. 
Por otro lado, el estado financiero es determinante. Nadie (o quizás casi nadie, para dejarle el espacio que constitucionalmente tienen las minorías) se esfuerza ni trabaja por lo que comúnmente se llama «amor al arte», y todos, mientras mas necesidades han tenido, mas metas, desde este punto de vista se han impuesto y han perseguido. En mi caso, afortunadamente no ha sido mi norte, sin embargo, a cada paso que daba que implicaba un aumento de mi ingreso, pues me daba la felicidad correspondiente, por lo general en forma directamente proporcional a la cantidad de dígitos (antes de la coma decimal, por supuesto) que me tocaba. Pero cada vez que eso pasaba, pues debía volver a pensar que hacer, porque en la medida en que pasaba el tiempo, pues habian mas responsabilidades, y como me dijo una vez un muy apreciado amigo, al comienzo uno veía la vida como si estuviera en el llano, y hubiese un monte quemándose adelante en el camino: el humo no deja ver lo que hay detrás, y solo algunos se deciden a acercarse a la candela para ver si logran pasar, pero tarde o temprano, el humo pasa igual. Así, debía comenzar a ver las metas en función de las posibilidades que tenía. Aún recuerdo cuando me pagaron los 6 meses que me debían de cuando me contrataron como preparador en la universidad. Cuando finalmente me pagaron esos 6 meses, con un sueldo mensual de 33.333,33 Bolívares de los de antes, pude comprarme el reloj que tanto me gustaba, y hasta un televisor de lo mas moderno! y dejé algo por si se volvían a retrasar, aunque afortunadamente no sucedió por el resto del tiempo que estuve contratado. Y siempre están los anhelos! primero, los personales (o personalistas, egoístas), y luego, en la medida en que se va avanzando, pues llegan los que nunca se quieren ver, pero que son los prioritarios, y que por lo general se relacionan con la familia.

Luego llega el momento de arrancar como profesional: yo tuve la suerte de comenzar a trabajar antes de graduarme, e incluso de casarme antes de mi grado de Ingeniero, por lo cual a cada paso fuí imprimiéndole la respectiva «mini crisis» asociada. Había que determinar hacia dónde iba, establecer las metas inmediatas, y el camino, que quizás es lo más importante, porque siempre surgen las trampas, e inevitablemente te llega el momento en que debes decidir en función de tu futuro inmediato, y alcanzar tus metas económicas muy rápidamente, o por el contrario, seguir el camino establecido, sin afectar a nadie, y trabajar muy duro, con mucha fé, de manera que te llegue tu recompensa en el momento correcto, con la posibilidad de ver hacia atrás y darte cuenta que no dejaste a nadie botado en el camino, que pueda reclamarte por un acto de injusticia. Para mi eso ha sido un norte, y un motivo permanente de «crisis», pero que a la larga, en este momento, ha generado sus frutos, muy dulces, que actualmente disfruto.
Seguidamente, sin mas remedio, llega el paso en el cual decides acabar con tu soledad, y unirte a una pareja (hoy en día se debe hablar así, nuevamente por el tema de las minorías, aunque mi mamá estaría totalmente escandalizada…), lo cual trae como consecuencia, quizás la mayor de las «crisis». Eso porque quizás se toma la decisión por razones ajenas a las que deben prevalecer, como presión social y esas cosas, pero en cualquier caso, significa un cambio radical de vida, que obliga, indefectiblemente, a establecer metas nuevas, que ya para el momento en que se definen, son una novedad para cada parte interesada, y como en toda crisis, lo que la genera es la imposibilidad de saber si se va a triunfar o no en el intento.

Y así se inicia ese paso por la vida en pareja, que día a día te trae muchas satisfacciones, y no se puede dejar de mencionar que hay algunos días que uno quisiera haber pasado durmiendo. Pero de cualquier manera, los pasos, a pesar de no haberse planificado, en conjunto van conllevando a las metas establecidas en alguna de las «crisis» por las cuales uno va pasando, sin poder evitarlo de ninguna manera. Y se va, como dije al comienzo, mejorando el «tino» con cada crisis que va pasando.
Ahora, nuevamente pienso en el momento por el que paso. Pienso en las cosas que he hecho, en las decisiones tomadas, en los resultados obtenidos, que no en todo caso fueron éxitos. La vida me ha permitido pasar por los momentos mas sublimes, pero en algunos casos a través de los mas terribles, pero estoy convencido que es todo en función de que para las crisis próximas, esté preparado, y pueda tomar las mejores decisiones. Y es que es un hecho, que en la medida en que se van sucediendo estas llamadas «crisis», uno va tomando las decisiones y estableciendo los caminos mas cortos para alcanzar las metas que se establecen. esto es, uno se va haciendo «maestro» en el manejo de crisis, y de repente por eso, cuando le llega alguien, menor que uno, a plantearle una situación que para esa persona es una tremenda «crisis», es muy fácil dar algunos consejos, que le permiten ver, con cierta incertidumbre y duda al comienzo a quien los recibe, una salida a su situación.
Le doy gracias a la vida, no solo por poder decir, en medio de esta crisis, que para mi no lo es. Por el contrario, es como un REIMPULSO, mediante el cual alcanzaré nuevos niveles de superación, lo cual puedo decir con toda certeza, en función de mi experiencia en «crisis-ología». Pero además, hay un elemento muy importante, que es que a pesar de no poder asegurar si para la próxima crisis podré pensar como pienso en esta, de lo que si estoy seguro es que podré acudir a aquellos que hasta ahora me ayudan en cada una de mis crisis, y que son más maestros, por su experiencia y mayoría de edad en comparación con la mía, de lo que yo me considero.
Esta crisis (de los 40) quizás dure unos días o meses más, pero con toda seguridad será hasta el momento en que llegue la razón que me trasnochará en muchas crisis más, que en este caso serán «atemporales», o mejor dicho, serán las crisis en las cuales deberé atender las dudas y miedos de alguien mas, ante lo cual, mis «crisis» deberán quedar en el pasado. Gracias a Dios, a pesar de que la opinión experta indica que no hay mejor remedio para las «crisis de edad» que el tiempo mismo, siento que cada día está mas cerca la cura a todas MIS crisis…

El anonimato y el FACEBOOK


Dedicado a mi amigo del facebook, que se escondió detrás del anonimato para insultarme por estar en desacuerdo con lo que escribo


Pensé mucho antes de escribir sobre este tema, pero es que realmente, quedé impresionado de cómo alguien, que se hace llamar «amigo», termina escribiendo insultos, basado en una diferencia ideológica (aparentemente), haciendo caso omiso de esa supuesta condición de amigo.
Ni siquiera vale la pena detallar lo que me dijo, sin embargo, basó sus insultos en eventos que sucedieron durante mi paso por la universidad, que si bien no dejan de ser ciertos, no tienen ninguna relación ni con el motivo de su rabia, ni con mi condición como ser pensante (o al menos viviente).
Definitivamente, mi amigo anónimo llegó a mi blog a través del facebook. Por ello, sé que es alguien que, hasta el dia en que escribió, me dió el honor de considerarme entre sus amigos. Esto de ser amigo del Facebook, definitivamente hay muchos, como en el caso de mi amigo anónimo, que lo toman muy a la ligera. Desde muy pequeño, en mi casa me enseñaron que lo peor que puede hacer un ser humano, es convertirse en un traidor. Y el problema es que la traición se puede encontrar detrás de muchos actos. Bolívar (seguro mi amigo anónimo se va a molestar porque menciono a Bolívar) dijo: «Llamarse Jefe para no serlo, es el colmo de la miseria». Podría hacer todo un análisis para demostrar que es perfectamente factible cambiar el término «jefe» en esa frase, por «amigo». De esta manera, yo diría que llamarse amigo para no serlo, es el colmo de la miseria. Pero peor aún, llamarse amigo, para después atacarlo con hechos que conoces basado en esa amistad, me parece que ni siquiera entra en el término «miseria». Se está mucho más abajo, mucho más.
Desde que entré al facebook, me he enfrentado con el hecho, y si no recuerdo mal he escrito algo al respecto, de que se puede llegar al extremo de «banalizar» la amistad. Esto es, que el Facebook podría llegar a convertir la amistad en una simple competencia, donde el ganador es el que tiene más amigos registrados en el Facebook. Y por supuesto, se podría crear una medida de «amistabilidad», en base al numero de amigos que tienes en el Facebook. Así, si tienes muchos, pues eres de lo mas amistoso y sociable, pero si tienes pocos, socialmente eres una piltrafa. Para mi, la amistad, independientemente del medio por donde se ejerza, es un compromiso, que además dura toda la vida. Yo soy de la idea, y de hecho me ha pasado, que uno puede tener problemas con un amigo, pensar en formas totalmente equivocadas, pero siempre, siempre, habrá un lugar, para el encuentro y, en ultima instancia, dejar de lado las diatribas, y simplemente ser AMIGO. En este caso, mi amigo anónimo, dejó que su posición política catapultara sus mas bajos instintos, y quizás, al sentirse ofendido por grandes verdades que leia, decidió atacar de la manera mas cobarde, mas baja y ruín, como lo es con el insulto y la descalificación. 
Ahora, estoy ante una tremenda diatriba: cómo considerar a alguien que, después de aceptarme como amigo, o de proponerse como tal, me dice cosas como: «tampoco fuiste una persona destacada en los estudios sino un mediocre estudiante que tristemente se logró graduar»; o «que puede saber un ingeniero que repitió probabilidades mas veces que ninguno y que jamás tuvo ningún aporte significativo en la escuela de sistemas»; también «personas como tu con un cerebro tan mediocre»; y finalmente: «así que vete a la mierda con tus discursos pragmáticos y neófitos».
Como se puede ver, aquellos que me conocen pueden advertir, sin mucha dificultad, que se trata de una persona que definitivamente compartió conmigo en mi época de estudiante, lo cual no es nada alocado, ya que Gracias a Dios sigo en contacto con muchos compañeros de Escuela. Ahora, esta persona, que repito, voluntariamente decidió ser mi amigo, decide tratarme de esta manera tan solo porque leyó algo que no fué de su agrado, o que no comparte? Válgame dios si hubiese sido amigo de, por ejemplo (y por supuesto sin ánimo de compararme), Newton cuando escribió acerca de la Ley de la Gravedad!; o digame si hubiese sido amigo de Galileo cuando habló de su Hipótesis Heliocéntrica!? VALGAME DIOS!, o, para ponerlo en contexto mas reciente, si hubiese sido amigo de Obama, cuando un día comentó que iba a ser Presidente!? Imagínate si hubieses estado entre los apóstoles, cuando Jesús dijo que era el Redentor. Bueno, obviamente en tu sangre debe correr sangre de Judas. Total, que me resulta absolutamente contrario a mi naturaleza, el pensar en alguien, en su sano juicio, que opte por una reacción como la de mi amigo anónimo, por algo que le es adverso. Claro, tampoco vamos a pensar que mi amigo anónimo es algo novedoso y único: Tomás de Torquemada debió ser un familiar lejano de mi amigo anónimo, al igual que Hitler, Francisco Franco (por cierto, alto pana de Hitler, y con todo nunca lo debe haber tratado como mi amigo anónimo me trató), Pinochet, y todos aquellos que resolvían con violencia las diferencias que les eran adversas. La muy famosa frase «La violencia es el arma de quienes no tienen la razón», debe retumbarle profundamente en las entrañas cerebrales a mi amigo anónimo. Aplicando algo de lógica (lo cual, según mi amigo anónimo, no aprendí en la universidad), si te pusiste violento, es porque te pareció cierto lo que escribí, pero no pudiste confrontarlo en el plano de las palabras y las ideas. Por eso, acudiste al descrédito, para que así, en tu mundo, quedara cerrado el tema, ya que al quitarle crédito al que lo escribió, pues lo escrito se convierte en mentira.
Fíjate que no es así. Afortunadamente no escribo para convencer a nadie, sino porque me provoca y me da «nota». Y el sólo hecho de atreverme a escribir lo que pienso y siento, firmandolo con mi nombre y apellido, indica que obviamente estoy convencido de ello, y que estoy dispuesto a discutirlo con quien considere que hay otros puntos de vista; inclusive, si estoy equivocado, no tengo problema en aceptarlo y corregir. Por algo se dice que «errar es de humanos, y rectificar es de sabios». Por mi parte, mi querido amigo anónimo, seguiré escribiendo, y seguiré colocando mi nombre y apellido en cada letra, cada palabra que escriba, como siempre lo he hecho, ya que nunca he necesitado, y ruego a Dios todos los dias para no llegar a hacerlo, esconderme detrás de un anonimato.
Finalmente, mi querido amigo anónimo, te repito que tengo evidencias que vienes del Facebook. Obviamente, debes haber escuchado mas de una vez que el Facebook es un producto de la CIA (si, la americana, la del imperio), mediante el cual puede establecer todas las relaciones de cada persona que se registra, así como lo que esta haciendo, con cada letra que escribe, correo que envía y foto que publica. Y, como Ingeniero de Sistemas, sabes que si alguien tiene acceso a esa información, pues no tarda mucho tiempo en que muchas otras personas puedan hacer lo mismo. Pero no te preocupes, honestamente tengo muchas otras cosas que hacer que dedicarme a perder mi tiempo buscandote. Estoy seguro, que mas temprano que tarde no aguantarás las ganas de responderme. Aquí estaré. Por cierto, me dices que no sabes donde estoy trabajando. Buena táctica para despistar, pero en mi perfil dice claramente donde trabajo y que puesto ocupo. Ves, que es fácil atar cabos? Me puedes retirar de tu lista de amigos, que igual no me voy a meter en el grupo de «saber quien te eliminó o borró del facebook». Eso, para mi, sería demasiado fácil. Me gustan los retos, y soy especialista en los de largo aliento, así que estoy seguro que tarde o temprano, sabré quien fuiste, o mejor dicho, lo corroboraré, ya que definitivamente, en la forma de escribir de cada quien hay una huella como la digital. Asumiendo que por la forma en la que me escribiste, para ti somos enemigos, pues me tomo tu punto de vista (el cual no comparto) para recordar la frase que dice: «siéntate y espera ver pasar al cadáver de tu enemigo»
Por ahora, siéntete orgulloso de que a pesar de tu mala intención, te dediqué todo un «post» para tí solito. Siéntete también libre de comentar en el, pero eso sí, públicamente te digo que si vuelves a escribir en forma anónima, lo máximo que volverá a pasar es que te escriba otro «post», llamándote nuevamente a la reflexión. Y créeme que lo hago, porque eres mi amigo, y siempre que pueda ayudar a un amigo, lo haré.
Por si acaso, una recomendación final: no gastes mas tiempo en comprar interiores. Hay pantaletas que son mas baratas y según entiendo, hasta más cómodas, y en tu caso, te deben sentar mas cómodamente que los interiores, ya que te debe sobrar mucho en el lugar donde van los testículos.
Un Abrazo!