Cuando era como tu


Trabajé día y noche
Desde mi juventud
Buscando construir un futuro
Cuando era como tu
Pase por muchos problemas
Superé toda vicisitud
«Trabajo honesto» era mi lema
Cuando era como tu
Pero un día llegó el momento
En que me tocó elegir
O sucumbía a mis tormentos
O como tu decidía vivir
Destino cruel en su jugada
Que me hizo decidir 
Tracionar lo que se supone que tanto amaba
Tan solo para del poder vivir
Y así llegué a este momento
Donde desconozco mi actitud
Pasé a ser quien antes odiaba
Dejando de ser como tu

Letra propuesta para hacerle una canción a Roque Valero… 

Y después de la quemazón?


En el llano, en época de verano, se ven a la distancia los incendios en la sabana. Se sabe que hay una «quemazón», por esa especie de cortina de humo que se erige. Esta cortina de humo, impide que la vista la atraviese, por lo cual, a pesar de que las características topográficas lo permiten, no se puede ver nada de lo que está después del incendio.

Actualmente nos encontramos en un proceso de lucha por un cambio. Un cambio que, como sucede con todo cambio, es para lograr un mejor país. Hay variables que sabemos deben cambiar: inflación, inseguridad, abastecimiento, etc. Pero qué de las variables intangibles? Qué de lo que debemos hacer los venezolanos una vez se haya despejado el camino, una vez termine este gobierno, cuando pasemos la quemazón?

Las acciones políticas, deberían estar claras (ruego porque no haya un nuevo «carmonazo»): gobierno de transición, llamado a elecciones, arreglo del país. Pero, en ese proceso, es imprescindible la participación de TODOS los venezolanos. Esto implica que debemos recuperar nuestra «venezolanidad». Debemos volver a ser un solo pueblo, y eso lo lograremos en la medida en que tendamos puentes que nos unan a los que, por la razón que sea, apoyan a este gobierno, con quienes lo adversamos. No podemos simplemente «voltear la tortilla», y aplicar el mismo odio del que somos objeto a nuestros compatriotas. No estaríamos haciendo, en ese caso, mas que ponerle fecha cierta a nuevos enfrentamientos, protestas, marchas y guarimbas hasta otra volteada de tortilla. El llamado a PAZ que se busca entablar con el actual gobierno va mas allá de solo una «ausencia de guerra». La Paz que buscamos no es las calles libres, ni poder tener carnavales, ni mucho menos darle «un chance mas» a este gobierno. Por el contrario, La Paz que se busca es que todos, todos los venezolanos podamos conseguir un lugar común donde dirimir nuestras diferencias. Esa Paz es que podamos vivir juntos y compartir nuestros espacios a pesar de las lógicas y siempre presentes diferencias en todas las áreas. La Paz que necesitamos es dejar que nuestras conciencias vuelvan a ocupar un papel preponderante en nuestras vidas. Es que la vida vuelva a tener sentido.

Necesitamos tener claro lo que haremos después de ese momento. Ese momento que no podemos llamar «de victoria», ya que no podemos identificar como enemigos a nuestros compatriotas. Ese momento que no podremos celebrar en memoria de los caídos en la lucha. Ese momento que deberá ser de una profunda reflexión, porque tendremos que hacer que nuestros estudiantes, nuestros hijos, nuestro futuro, entiendan que no es en el enfrentamiento y el sacrificio personal donde reside la fortaleza de la democracia, sino por el contrario, en el trabajo unido, en la búsqueda del bien colectivo que beneficia a cada uno de sus ciudadanos.

No podemos firmar un cheque en blanco. La última vez que lo hicimos (en general, no se ofendan los que jamas apoyaron a Chavez), se aprovecharon de nuestra necesidad y ansias, nos presentaron un proyecto que en papel sigue siendo bueno; pero hicieron todo lo contrario. Lo peor del caso, es que acabaron con la paz. Sembraron el odio entre nosotros, con lo cual lograron entronizarse aplicando aquello de «divide y vencerás». Ahora, claman por nueva paz con miras a renovar su estrategia. Esta en nosotros seguirles, nuevamente, el juego.

Somos nosotros, los venezolanos, TODOS, los que sacaremos adelante el país. Nuestra dirigencia política debe garantizar que se cumplan las leyes y los procesos, deben trabajar en función de que se garantice el estado de derecho. Pero no podemos volver a confiarles todo el trabajo. No porque no se lo merezcan, sino porque no es como funcionan las cosas. Asumir que un Capriles, un Leopoldo, una Maria Corina o un Ledezma son INDISPENSABLES, es caer en lo mismo de lo que queremos salir. Han hecho un excelente trabajo de mostrarnos el tamaño del esfuerzo que debemos hacer para lograr el país que merecemos ser, pero definitivamente ni en grupo, ni individualmente, son la solución.

Está en nosotros hacer de este país lo que queremos y merecemos. Está en nosotros lograr esa paz que tanto necesitamos, a través de la confianza que tengamos en la estructura del Estado. Un Estado que aplique la Ley en su justa medida a quien corresponda sin importar quien sea o que cargo ocupe. Un Estado que nos asegure un trato justo sin importar donde vivamos. Un Estado que proteja La Justicia como su mayor bien. Para eso, nuestros lideres deben convocar a todos los venezolanos, sin distingo alguno. En ese momento, contando con la atención de todos, necesitaremos escuchar el plan de acciones, la hoja de ruta que nos guiará una vez que hayamos pasado la quemazón.