Mes: abril 2014
MUDez dictatorial
Muchacho negao…
Voy saliendo de ese baño sin saber que era una de las ultimas veces que me tocaría pasar por ese momento. El potecito va cubierto con la bolsa plástica donde estaba envuelto y que lo mantenía en estado aséptico, y la muestra, blanquecina, aún mantiene el calor que la caracteriza. Lo entrego, lo identifican, y me dicen «vaya, desayune, que debe tomarse otra muestra, pero vamos a ver si es suficiente con esta y no necesita hacerse otra». Mientras paso aquella particular puerta, otro entierra su cabeza en sus hombros y mira con cara de circunstancia a su pareja suspirando muy profundo mientras, a todo gañote, mencionan su nombre…
Lo normal es que una pareja joven y sana, al unirse en matrimonio (bueno, también antes sucede), rapidamente crezca como familia con la llegada de los hijos. En mi caso no fue así, tan natural, por lo que iniciamos ese viaje que nos trajo la mayor bendición que recibimos: nuestra hija. Pero ese camino estuvo lleno de situaciones y circunstancias que buen… bien valió la pena vivir. Fueron muchos años que estuvimos, en Mérida, buscando solución. Pasamos por remedios caseros, espirituales y médicos, siempre con la esperanza de lograr el objetivo, pero siempre se hizo esquivo el resultado. Finalmente nos vinimos a Caracas donde exigí intervención solo de la ciencia, con lo cual recibimos la bendición.
Huevos de pata. MUCHOS huevos de pata. Unos cuantos días llegué a la oficina con olor a alcohol, porque era efectiva una copita de brandy en las mañanas. Uno de los especialistas que nos vio mató, por un buen tiempo, todo deseo sexual en mi. Cómo lo hizo? Aun no era activo sexualmente cuando en el liceo usamos el libro de Serafín Mazparrote de biología. En una de sus páginas centrales, estaba el órgano sexual femenino. Al abrir el libro quedaba totalmente expuesto, con flechas y descripciones, con lo cual se tenían las respuestas a muchas preguntas de aquellos primeros flujos de testosterona. Luego, pues aparecen las revistas, películas y toda la Informacion (aun no existía internet) que permite tener todo lo necesario para llevar una «saludable» vida sexual. Pero, aquel doctor, no tuvo mejor idea que, mientras tenia a mi esposa como un pavo listo para ser relleno, utilizar una cámara para explicarme en que consistía «el milagro» de la fecundación. Mientras veíamos un monitor a todo color, iba manejando la cámara y explicandome por donde debían pasar las cosas en las que no me interesaba pensar, indicándome los detalles que no necesitaba saber. En mi ADN estaba la Informacion que necesitaba, hasta ese triste día. A partir de ese momento, pasó mucho tiempo para que dejara de pensar en todo el proceso mientras transmitía «en vivo». Todo un reto digno de usar viagra…
A pesar de los tratamientos, unas pastillas oxigenadoras cerebrales que me hacían sentir como superman, inyecciones y sobre todo, muchas muestras de esperma para ver «el conteo», nada sucedía. Un día, el doctor dijo «deben tener relaciones dirigidas». WHAT!? Y QUE? VA A ESTAR EN EL CUARTO DANDOME INSTRUCCIONES?! no, no era eso… pero el susto fue tremendo, tanto que casi abandono la búsqueda.
En esas circunstancias se aprende que no puede pasar mas de media hora entre el momento en que se «genera» el contenido de una muestra de semen, y su entrega en el laboratorio, por eso es mejor hacerla EN el laboratorio. Pero, este país no estaba (ni aun lo está) listo para ese trance. En cada laboratorio al que fui, le decían a uno «use el baño». Pero no era un baño para eso, sino el baño, de uso público. No solo no había «material», sino que habían ruidos, olores y hasta el temor de ser encontrado en tan difícil situación, que pudiera ser uno acusado de pervertido o algo así. Luego de la n-ésima vez, ya no me importaba. Asi, el destino nos trajo a Caracas, donde estaban los grandes gurús del tema.
Hicimos nuestra elección, y luego de medio contarle todo el proceso por el que habíamos pasado (realmente no le importaba el tema) le pedí que usara solo ciencia. Obviamente, en el proceso había un punto en común con los intentos anteriores: necesitaban las muestras de semen para el bendito conteo. Así, en aquella sala de espera estaban todas las parejas sentadas viendo televisión o leyendo alguna revista antigua. De frente al televisor estaba la caja. Los que tenían cita para la muestra, nos anotabamos en una lista y nos iban llamando. Con voz de pavaroti llamaban con nombre y apellido a cada paciente, y al pagar, en lugar de decirlo bajito, con el mismo entusiasmo gritan «UN ESPERMATOGRAMA¡ SON TANTOS BOLIVARES, Y DEBE ESPERAR A QUE LO LLAMEN». ya eso producía un estrés que seguro afectaba la cuenta de espermatozoides, ya que todo el mundo se enteraba a que se iba. Luego, salia por una puerta que no podía estar sino al lado del televisor que todos veían una señora que, a todo gañote, llamaba, por nombre y apellido, a cada una de sus víctimas. Cabizbajos pasaban todos, menos yo que ya era un experto. Al entrar, la bolsita con el potecito para la muestra, y una mano apuntando a otra puerta mientras dicen «es allá». El sitio, un baño. Un baño con una silla de tela negra, un lavamanos, unas bombonas verdes de oxigeno guardadas, y una puerta de vidrio. Al entrar, afuera apagaban la luz del pasillo de acceso, donde se queda la encargada esperando el pote. Adentro, la silla muestra una mancha blanca que abarca casi todo el asiento. Definitivamente no me voy a sentar allí. Mientras busco acomodo, destapo la bolsa tratando de hacer el menor ruido posible, afuera conversan, cual comadres, dos mujeres del laboratorio. No las veo por estar oscuro afuera, pero no se si me ven a mi. En la pared frente a la silla, un televisor pequeño. Interesante… mientras afuera se dicen «marica viste la vaina de ayer…», adentro prendo el televisor y, para mi sorpresa, hay una película porno. Bien porno. Suspiro, me encomiendo a dios, y procedo. Unos minutos después entrego mi muestra, y detrás de mi sale la gritona llamando a otra víctima.
Por cosas del tratamiento, me tocó pasar por el trance en varias oportunidades. Entre las últimas, requería dos exámenes el mismo día. Esto implicaba, como en cada ocasión, no tener ni menos de 3 ni mas de 5 días sin relaciones sexuales. Paso por el mismo paso de la identificación de lo que vengo a hacer, y que lo debo hacer 2 veces. Me llaman, y cuando paso me encuentro a un señor, cabizbajo, entregando el pote pero vacío. Mientras lo hace dice «no puedo, así no puedo, yo me voy», todo sin intercambiar miradas con su interlocutora. Me pasa por un lado, y sale. La chica agarra otro pote y me lo da mientras me mira con cara de «y tu tampoco vas a poder?». Me dice «pasa por allá» mientras señala con la mano. Entro y todo sigue igual. Voy directo a prender el televisor, pero oh! Sorpresa!: no se ve nada. Suspiro, asumo que debo «echarle bolas a pié», pero cuando miro hacia arriba veo unos cables que llegan (o salen) del televisor. Pongo el pote en el lavamanos, y sigo los cables. Consigo que llegan a un entrepaño sobre la silla manchada donde está el deco de DirecTV y un reproductor de dvd. Verifico y consigo que el deco está apagado. Lo prendo y aparece la imagen en el televisor. Pero no es lo que necesito en ese momento. Le doy a los botones hasta que consigo el canal que busco. Una china esta en una posición que… me sirve. Unos minutos después estoy entregando la muestra y me dicen «vaya, desayune, que debe tomarse otra muestra, pero vamos a ver si es suficiente con esta y no necesita hacerse otra». Mientras desayuno me llaman por teléfono y me confirman que no es necesario que vaya de nuevo, que es suficiente con la primera muestra. Pienso en ese pobre ser que no pudo, y me sonrío.
Un tiempo después, paso nuevamente por el proceso (si, fueron muchas veces), ahora para ser usado en el momento de la verdad. Mientras preparan mi semilla para ser sembrada, le digo al doctor «y como se que eso que va a usar es mio y no de otro». 9 meses después nace una fotocopia mía… muchacho negao es muchacho cagao!
Morir en dictadura
Realmente nadie puede decir si morir es bueno o malo, excepto aquellos que han podido establecer comunicación desde el «mas allá» para echar el cuento. E incluso en ese caso, no se podría determinar si lo dicen sólo por no preocupar a sus interlocutores o por alguna otra oculta razón.
La muerte es parte de la vida. Apenas se inicia cualquier vida, se comienza a morir irremediablemente. El truco esta en contar con las oportunidades suficientes para que la muerte tenga las mínimas excusas para aparecer. Así, mientras mejores condiciones de VIDA se tengan, pues menor debe ser la probabilidad de enfrentar y sucumbir a la muerte. Así, en un país donde existe un sistema político que provee las mayores oportunidades de vivir, pues la muerte la tiene difícil para excederse en su milenario trabajo.
En Venezuela, lamentablemente es mas probable morir que mantenerse vivo. O dicho de un mejor modo: en lugar de disfrutar de la vida, se lucha y huye de la muerte. Cuantas personas son víctimas de muertes violentas? Vamos por casi 500 al mes. Quizás alguien me acuse de exagerado, corrigiendome porque en lugar de 500 son 250. Allá quien lo haga y su obscuro y rojo «positivismo». Un derecho como lo es contar con las medicinas necesarias para tratar enfermedades tan graves como las coronarias o el cáncer, es violado impunemente por el gobierno enquilostado en Miraflores. No hay quien de razón de por que no hay los tratamientos médicos que se requieren, convirtiéndose ese hecho en la demostración de que es una acción voluntaria del gobierno, en lo que están siendo realmente eficientes. 4 veces han robado ya a una de mis amigas, lo cual la convierte en una sempiterna luchadora contra el destino y la muerte, dado que gracias a los mas de 20 planes de atención a la inseguridad, la vida vale menos, mucho menos que un teléfono, unos zapatos, unos lentes o simplemente tiene el valor de hacer sentirse Dios a quien arbitrariamente decide quitarle a un congénere la vida porque si. Todos los venezolanos vivimos conscientes de que si sobrevivimos a morir en la casa, es muy probable que esa despedida diaria de los miembros de la familia sea la última.
Ahora, además, corremos el riesgo de morir por insolación, pero no por estar en la playa ni disfrutando, sino en una cola para comprar lo que deberíamos tener como hasta hace 2 años, que simplemente íbamos a cualquier supermercado, mercado, bodega, mercal o cualquier otra forma de comercio y lo conseguíamos; otra forma de morir actual es por tráfico de productos de la pulpa del papel. Recientemente tuve casi que darme golpes con una dama que pretendía llevarse un bulto de papel toalé sin pensar en los demás. Luego de algunos intercambios de palabras, rompí el plástico y saque los paquetes que pude. Riesgo de ser linchado en el momento, o afuera si me encontraba con la dama y quizás miembros de su familia.
Ahora, buscando cambiar todo y mas de lo hasta aquí descrito, a diario muere gente en las protestas que se dan en todo el país. Se muere la gente como producto de participar en protestas pacificas, que son atacadas como si de invasores extranjeros se tratara. Peor aún, se atacan con la misma violencia y motivos que usa la delincuencia común contra las personas, lo cual convierte a los organismos de seguridad del estado en meros delincuentes, lo cual permite entender el por qué del rotundo éxito de este gobierno en cuanto a seguridad se refiere: un gobierno forajido no puede mas que valerse de delincuentes y malhechores para infundir miedo y perpetuarse en el poder. Pero, siempre se acaban esos gobiernos. Siempre sucumben ante la necesidad de sus miembros de expiar sus culpas. Y, como siempre, se impondrá la justicia con la misma vehemencia con que atacan y torturan a los valientes que se interponen en su camino.
Morir no puede ser bueno, a menos que sea por el cumplimiento de una vida plena. Morir no puede ser la salida, ni siquiera para quienes mas merecen ese destino, quienes deben someterse a las leyes del Hombre y pagar por cada decisión equivocada que tomaron, por cada consecuencia de su falta de humanidad.
Mientras tanto, los venezolanos seguiremos sometidos a esta reducción de la vida gracias al gobierno de turno, pero sumándonos a quienes se revelan contra esa circunstancia so pena de adelantar el fatídico momento. Pero siendo cuestión de probabilidades y teniendo todas en contra incluso sin hacer nada, mejor es sacrificarse por un futuro mejor, que esperar sentado el mismo destino.