La incertidumbre acompaña al ser humano desde aquellos días en que comenzó a hacerse consciente de su existencia. En el tiempo, se han desarrollado teorías, técnicas, estrategias y toda clase de información al respecto, quizás con el objetivo de reducir su impacto en la vida de cada persona que habita la tierra. Nuestro desarrollo va íntimamente relacionado con la capacidad de manejarnos en ella, habiendo personas con mayor tolerancia a su exposición, y otras que simplemente colapsan ante el solo hecho de mencionarla. Pero, inevitablemente, siempre está presente.
En Venezuela, como en cualquier otro país, la incertidumbre está presente. Pero en los últimos años, los venezolanos nos hemos visto sometidos a unos cambios radicales en cuanto a la exposición a la misma se refiere. La gran diferencia está en el nivel de supervivencia al que corresponde la incertidumbre que nos apremia día a día. Así, haciendo uso de lo que se define como Sentencia Condicional en el ámbito de la lógica y la programación, a continuación planteo lo que significa, en mi concepto, un día en la vida de muchos venezolanos.
Si hay agua entonces
Si tengo jabón entonces
Si tengo pasta de dientes entonces
Si no consigo cola en la via entonces
Si no me roban en el camino entonces
Si veo una cola por productos basicos entonces
Si no me botan en mi trabajo por estar en la cola entonces
Si es el dia que le toca al ultimo numero de mi cedula entonces
Si luego de muchas horas no se acaba el producto entonces
Si no explota una granada por el sitio donde voy pasando entonces
Si me alcanza el sueldo entonces
Si consigo lo que necesito en el supermercado entonces
Si regreso de nuevo a la casa entonces
Si me reencuentro con toda la familia entonces
Me preparo para comenzar de nuevo la rutina mañana
De lo contrario
Dependiendo del «si» que haya fallado, me recupero y salgo a seguir en la lucha
Fin
Fin
Fin
Fin
Fin
Fin
Fin
Fin
Fin
Fin
Fin
Fin
Fin
Los Venezolanos nos destacamos por salir adelante a pesar de cualquier circunstancia adversa que nos toque enfrentar. Hasta ahora, hemos vivido de las peores épocas en nuestra historia (sin estar en guerra). Mantener la frente en alto es imprescindible, y acudir al único medio de cambio que tenemos a la mano: el voto.