Voto, luego elijo


En Venezuela hemos sido expuestos a una realidad distorsionada, según la cual, mientras mas votemos mas democrático es nuestro gobierno, pero la experiencia de los ultimos 20 años deja muy claro que no ha sido así. Actos electorales llenos de dudas, vicios, manipulaciones y amenazas definitivamente alejan de ese concepto ideal de «Democracia». En ese proceso, nos hemos acostumbrado, como resultado de un proyecto conductista, a ir a votar. Hemos ido simplemente a votar con la falsa promesa de que al hacerlo obtendremos lo que necesitamos para vivir «con la mayor felicidad», pero nuestras condiciones actuales definitivamente dejan claro el engaño al cual hemos sido sometidos. 

Votar es el acto de «emitir un voto». Para votar, se desarrolla una infraestructura que permite ejercer ese acto. Para votar no hace falta mucho, desde el punto de vista intelectual o físico. Pero, elegir, ya es otra historia. Al elegir se indica una preferencia, basado en algún (o algunos) parámetros. Quien elige se mantiene alerta y hace seguimiento para validar si su elección fué o no la correcta, y llegado el momento, elige nuevamente en función de los resultados y sus conclusiones. Hay una diferencia muy grande e importante entre «elegir» y «votar». Votar es el medio, Elegir es el fin.
Este 6 de Diciembre tenemos la oportunidad de ser parte del cambio de nuestra historia. Necesitamos una Victoria electoral, que gritará a los cuatro vientos que ya no queremos seguir viviendo en esta paupérrima situación en la que estamos, y para eso, necesitamos TODOS ir a Votar. Necesitamos Votar por la opción del cambio. Necesitamos entrar al camino por el cual llegaremos a ser el país que realmente somos.

En este momento, necesitamos simplemente ir a Votar, para poder tener la opción, en el futuro, de poder Elegir. Solo de esta manera podremos regresar al acto de Votar la grandeza de permitirnos ejercer nuestro derecho a Elegir, cercenado actualmente detrás de tecnicismos y triquiñuelas electoreras.

En los ultimos años, nos han robado la visión de futuro. Nos lo han convertido en la preparación física para estar en una cola de acuerdo al número de cédula; o en la angustia de ver el rollo de papel «tualé» acabarse sin esperanza de poder reponerlo; pero peor aún, en ver como nuestra gente, nuestros niños, se van muriendo de desnutrición al no poder tomar leche, comer huevos, probar granos… Nuestro Futuro está más cerca que nunca: lo tenemos en la punta de nuestros dedos


Foto: Rafael Macadán


La Tortura del Reciclaje


Termina uno de comerse una galleta, y comienza a buscar donde botar el envoltorio. Se mira en todas direcciones, y finalmente se ve un «pipote» de basura. Al acercarse, oh! Sorpresa! Hay un aviso encima que dice «desechos reciclables»… Empieza el martirio. Acompañando el aviso hay 4 símbolos de las flechitas: uno azul, uno rojo, uno verde y uno amarillo y en todos los idiomas. Se sabe que cada color corresponde a un tipo de material, pero si están todos los colores, pues entonces todo lo que sea reciclables va ahí. Decidido se procede a botar el papelito, pero justo antes de uno alguien más se acerca, también con actitud decidida, y a ultimo momento se arrepiente, mira a los lados con desesperación, y termina metiéndose el desecho en el bolsillo de su pantalón. La duda surge, lo que se quiere, necesita botar, debe ir ahí? La lógica conlleva a pensar en que si hay un depósito para desechos reciclables, debe haber uno para no reciclables. Con cara de «yo no fui» se pasea por él área en búsqueda de tal elemento, pero no, nada, todos los depósitos dicen igual. Entonces uno piensa que bueno, si se puede botar cualquier desecho reciclable, pues el que se carga en la mano también puede ir allí. Pero… Realmente es reciclable? La publicidad hace su efecto y se piensa: «qué pasaría si un delfín se traga este papel?». La escena es de terror. Incluso escucha uno retumbar en la mente los chillidos del pobre animal atravesando los mares y océanos, como una prueba sorda que apunta a su asesino… No! Pero ya va, los delfines se salvan por desechos reciclables o biodegradables? Que vaina! Él no haber prestado atención a la tipa buenota que explicaba los detalles con su ajustada ropa hecha con materiales desechables? Biodegradables? Reciclados? Ya el papel hace sudar la mano que lo aguanta. Entonces, reciclable, biodegradable. Se revisa la bolsa a ver si tiene una instrucción para desecho. Se descubre que tiene material radioactivo, que no contiene gluten (asumo que es el contenido, no el empaque), que tiene 150kCal (en base a una dieta diaria de 2000), todos los sitios donde lo hacen están con una letra mínima que requiere esfuerzo para leerla pero es necesario porque puede estar ahí, embutida, la instrucción de desecho. Pero nada. Ya no sólo suda la mano, sino la frente. Algo se debe poder hacer en paz y sin ofender ni matar ni afectar a nadie! Pero no, nada surge de la sinapsis ya fatigante.

Al final, queda en el bolsillo del pantalón. Pantalón que será lavado con jabón biodegradable (del que tiene la figurita del delfín), y el papel saldrá y terminará con toda seguridad en el mar, y cuando este viendo la televisión seguro algún programa en Discovery Channel mostrará cómo salvan a una tortuga milenaria al sacarle de la nariz el empaque que, meses antes, no hubo manera de desecharlo adecuadamente por falta de información o de aprendizaje.