La culpa es de los "ismos"


Quisieron convencernos que era el capitalismo
Que era mas malo que el diablo mismo
Captaron la atención apelando al golpismo
Para luego jurar su vida por el socialismo
Se mezclaron las cosas con algo de comunismo
Para ver como el poder se basaba en el consumismo
Se creyeron ellos mismos el cuento del chavismo
Para terminar cual artista haciendo impresionismo
Ahora resulta que la culpa es del fascismo
Nada han podido hacer por culpa del imperialismo
Creen que todos sufrimos de estrabismo
Que mamamos dedo, y practicamos idiotismo
Van a tener que saber de alpinismo
Así como también ser expertos en atletismo
Porque cuando se nos pase el empacho de platonismo
Van a saber lo que de verdad es Bolivarianismo

Oda al egocentrismo


En todos estos días en que reina el populismo
Tenemos oportunidad de ver mucho personalismo
Conjuntos de personas que se lanzan al abismo
En una suerte de carrera, el candidatismo
Unos dicen que no, otros dicen que es lo mismo
Que es la misma miasma comunismo y socialismo
Aquellos que más lo atacan se paran en el capitalismo
Muchos de los que lo defienden prefieren el armamentismo
Las bases de su gran poder vienen del militarismo
Todo lo que se les opone lo tildan de mariquismo
Ya quisiera yo que todo el aspirantismo
Pudiera estar inscrito en el ciudadanismo
Pero hay algo que los une, que los hace ser lo mismo
Por una parte sus campañas, el uso del proselitismo
Por otra parte el resultado, muchas promesas y poco efectismo
Pero en lo que si son igualitos, dos gotas de agua, un espejismo
Es en sus caras en afiches, pancartas, volantes y publicismo
Programas de radio y televisión, hablando siempre de si mismos
De lo bueno que será todo, si los eligen con optimismo
Mostrando todos, inevitablemente, poca innovación, y mucho egocentrismo

Banco Social: opción o utopía?




Tenemos un gobierno socialista. De eso no puede quedarnos duda. Económicamente hablando, el socialismo, nuestro socialismo, el del siglo XXI, se contrapone al capitalismo. Sin ánimo de hacer un análisis particular de ambos términos, lo cual, además, escaparía del alcance que pretendo de este artículo, pretendo presentar una situación contradictoria a la cual me enfrento, y que con toda seguridad muchos mas también la viven.

Hace algún tiempo, como cliente del Banco de Venezuela, recibí un día una llamada donde me ofrecían una tarjeta de crédito PLATINUM, o mas bien, me informaban que «había sido seleccionado para darme una». Aunque esto me pone un poco nervioso, porque para mi mas que capacidad de crédito, o crédito potencial, lo veo como capacidad de endeudamiento, es decir, problema potencial. Sin embargo, decidí aceptar la oferta, y luego de algunas preguntas, me dijeron que esperara 2 o 3 semanas para que me llegara la susodicha. En estos día, muchos después de la fecha en la cual supuestamente iba a recibir la tarjeta, recordé la operación, extrañado de no haber recibido ni la tarjeta, ni noticias de la misma. Por supuesto que procedí a llamar y a denunciar el hecho, tratando de evitar el caso tan común (lamentablemente) de que emiten una tarjeta a nombre de uno, y viene otro y se la rumbea, dejandole el embrollo a quien nada tuvo que ver en el hecho. Pues resultó que, por una parte, nadie sabia nada del ofrecimiento realizado, y en algún momento, uno de los operadores con quienes hablé, me dijo que la razón podía ser el cambio de dueño. Y es que en el proceso, el Banco de Venezuela pasó de ser un banco español (e imperial, por supuesto), a ser de verdad el Banco de Venezuela, con lo cual hasta desapareció el «gordito» que tan jocosamente nos entretenía en la publicidad del otrora Banco de Venezuela Grupo Santander. Regresando al tema que trato, aparte de quedarme sin mi PLATINUM, pues me puse a pensar algunas ideas al respecto. Entre ellas, me pasó por la mente el hecho de que un banco es, a mi entender, una herramienta típica capitalista, si se ve desde el punto de vista de que el negocio es prestar dinero, y cobrar intereses por el mismo. Esto se traduce casi literalmente en la explotación del hombre por el hombre; puede tener sus «bemoles», pero estemos claros en que un banquero no tiene ningún interés «social» en el núcleo de su negocio, mas allá de que si conozco casos muy loables de aportes importantes a obras sociales. En fin, que siguiendo con los pensamientos, me puse a tratar de meter un cuadrado en un círculo, al buscar la forma que podría o debería tener un banco para ser un instrumento «socialista». Esto podría obtenerse si se tiene una institución que le presta a la gente dinero para que resuelvan sus necesidades (personales y/o empresariales, aunque en el socialismo no cabe este término), y que cobre muy pero muy bajos intereses, mas para que la gente se sienta obligada a pagar que por otra razón, y en un tiempo que limite con el infinito. Eso resume para mi una organización que podríamos ver como un «banco social».
Ahora bien, regresemos al caso de nuestro nuevo Banco de Venezuela de verdad de Venezuela. Tomemos un atajo por un momento, relacionado con el Banco Industrial de Venezuela. Quizás la debacle de este Banco, se debe, precisamente, a que fué un primer intento de tener un «banco social», pero, aprovechandome del genio de De Bono, se utilizó el sombrero capitalista en una muy buena intención socialista, y ahí vemos el resultado, con preso y todo. Ahora, regresando a nuestro nuevo Banco de Venezuela, se me ocurre a mí que quizás puede que lleguemos a la meta del «banco social»; Pero esto significaría que habría que tener muestras fehacientes del hecho. Por ejemplo, a aquellas personas que tienen créditos con ese banco, por ejemplo, de vivienda, deberían bajarselos mas, mucho mas, casi hasta cero, y darles mucho tiempo para pagar; un cambio radical sería, retomando el tema del comienzo de este artículo, que las tarjetas de crédito dejen de ser tales. Esto se traduce en que, en principio, este nuevo banco socialista debería eliminar las tarjetas de crédito, de manera que, por una parte, a partir de ahora no otorguen mas, y a los que tienen de cuando era un banco capitalista, condonarles la deuda y que no gasten mas. El siguiente paso, es que en lugar de tarjetas de crédito, den mas bien tarjetas de débito, sin límites, o en última instancia, con un límite que sea equivalente a lo que le toca a cada venezolano por cuenta de la renta petrolera. Pero UN MOMENTO! eso lo he escuchado antes!!!!!! Pues miren a donde he llegado? Resulta que quien se supone que era el continuismo de las cúpulas podridas, el paladín del capitalismo, propuso una idea mas socialista que cualquiera de las que provienen de los socialistas mesmos! LA TARJETA DE DEBITO SOCIAL «MI NEGRA» es el deber ser de un banco social, o mejor dicho, socialista!.

Por ahora, seguiré esperando que en cualquier momento me llamen para decirme que, en lugar de una PLATINUM, necesitan mi dirección para enviarme «MI NEGRA». Suena medio alocado, pero hay suficientes evidencias de que pueden suceder cosas que pensamos que jamás sucederían, así que por qué perder la esperanza de que algún día tengamos bancos sociales de verdad?

Hasta la próxima, donde espero estar presentando el nuevo juego que se pondrá de moda: EL SOCIOPOLY!!!