Fernando J. Castellano Azócar
“Our investment in reading changes the book because the book has changed us. … If books are merely a means of transferring information, then perhaps, yes, a book is a waste of time. If a summary of its thesis and key points could be presented in a brief article or Substack post, why not just save the hours and read the Substack post? All the more if the information is outdated or questionable for one reason or another. But that mistakes what a book is for. A book is a tool. It’s a machine for thinking. And “all machines,” as Thoreau once said, “have their friction.” The time it takes to engage with ideas—whether factual or fictional, emotional or intellectual, accurate or inaccurate, efficient or inefficient—might strike some as a drag. But the time given to working through those ideas, adopting and adapting, developing or discarding, changes our minds, changes us. It’s not about the wisdom we glean. It’s about what wisdom we grow.” 

— Joel Miller


Ya me pasó… he hecho de la lectura un habito y una afición. Aún paso épocas en las que es imprescindible leer todos los días, así como otras en las que el polvo se acumula encima de los dos o tres libros que mantengo en mi mesa de noche. Pero un día descubrí que en la aplicación del kindle había un seguimiento de qué dias leía y qué dias no, y me salía como iban mis conocidos. Y luego descubrí otra aplicación en la que iba registrando lo que iba leyendo, y eso me llevó a ser comparado con otros lectores, y me inscribí en un reto de lectura en el que logre leer 90 libros en un año. Y descubrí los audiolibros, y con ellos la información de que lo que estaba de moda era escuchar los audiolibros a velocidad acelerada, hasta 5x, ya que los mas sabios del mundo así lo hacían con lo que consumían mas libros en menos tiempo. Y aparecieron los resúmenes de los libros, que para qué leerlos si alguien ya lo había hecho y con eso se podia confirmar que se habían leído mas libros que los demás. Total que en medio de toda esa locura termine en una competencia de lectura de mas y mas libros hasta que un día caí en cuenta de que leer me estaba estresando porque debía hacerlo rápido para acumular mas, lo cual fue suficiente para dejarme de pendejadas y regresar a lo que me gustaba: leer por el puro placer de hacerlo.

Hoy en día es tan fácil terminar reaccionando a lo que “esta de moda” incluso con cosas tan sencillas como leer. Todo se convierte en una carrera, pero en mi caso era una carrera conmigo mismo porque al final de cuentas a quien le importa que libros lea, cuantos al mes, que tan veloz sea… lo importante es hacer las cosas simplemente porque nos gustan, especialmente en el caso de los libros.

Sin lugar a dudas, siempre habrán cosas por las cuales competir, solo que en mi opinion la decision de hacerlo debe ser personal y voluntaria. No tiene sentido una competencia por reacción porque lo mas seguro es que se termine perdiendo; pero además, la competencia debe tener sentido ya que de lo contrario se trata simple y llanamente de una absurda carrera.


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