Mi nombre no lleva epíteto


Un epiteto es, segun Wikipedia: un adjetivo o participio, que resalta las características intrinsecas de un sustantivo (el frio en la nieve, el calor en el fuego, la humedad en el agua, etc.). Y yo agregaría a esa lista: lo negro del esclavo… Desde hace tiempo, conozco de las intenciones que tiene nuestro gobierno, de reconocer a los “afroamericanos”, asi como para darles relevancia, y reconocerles lo que no se les ha reconocido. La verdad es que no tengo ni la menor idea de el por qué de esto, pero realmente he estado enterado, aunque no le he prestado absolutamente nada de atencion. Para alguien que es hijo de negra, nieto de negros, hermano de negros, y que gracias a Dios no ha sufrido mucho por eso, pues me parece cuando menos “superfluo” el tema. Siempre he asumido mi “negrez” (o “negritud”), pues tan solo con mirarme al espejo, no me queda otra. Mis amigos mas intimos me llaman “negro”, cariñosamente, y de alguna amiga recibo el “negrito” como uso normal. A pesar de que si he sido testigo de la vejacion racista, pues a mi como que no me ha tocado de manera sensible.

Recientemente, me pasaron un articulo, cuyo titulo es “No soy afrodecendiente, soy negro simplemente”, que me puso a pensar mas profundamente sobre el tema. El hecho es que en este articulo, se discute el hecho de por que “etiquetarnos” como “afrodescendientes”, con una explicacin que me parecio genial. Entonces, me puse a pensar en el tema y efectivamente llegue a las conclusiones que procedo a exponer.

En “Los Amos del Valle”, se lee lo siguiente:

-El proximo domingo voy a presentar La vida es sueño -respondió a Bolivar pasando por alto su pregunta y la mirada de inteligencia que cruzaba con el Marqués de Mijares.

El Comisionado de los estados Unidos elogia la suculencia del pastel de polvorosa. Don Manolo insiste:

-Estoy muy entusiasmado con mi teatro. Tan solo me hacen falta artistas. Vosotros deberias ayudarme. Por qué no ensayamos, Don Juan Manuel?

Displicente el Regidor tamborilea en la mesa:

-No, Excelencia, ello sería menos que imposible. Jamás un mantuano accedería a tanto.

-Mantuanos, mantuanos! -golpeó con la voz sin inmutarse-. Desde que llegué hace tres meses no oigo sino hablar de mantuanos y por más que me estrujo la mollera, no logro entenderlo. Me quereis hacer comprender, mi noble amigo, de una vez por todas, qué significa un mantuano?

Don Juan Manuel lo vio a los ojos con aquella mirada profunda. Los puso sobre el mantel, sorbio el vino de su copa. Finalmente dijo con aquel vozarrón de cura mosquetero:

-Es difícil de explicar, Excelencia. No somos ricos ni somos pobres, no somos blancos ni somos indios. Somos tan solo mantuanos.


Por supuesto que hay toda una historia por detras de ese “epiteto” de mantuano. Pero en este caso, traigo al tapete el tema, porque con esto de que ahora a los negros, por no ofenderlos, se les llama “afrodescendientes”, pues hay toda una implicacion que no se esta considerando.

Primero que nada, hay un factor que, independientemente de como nos llamen, siempre sera asi: el color de nuestra piel. Ni Michael Jackson, con todo el dinero y la disposicion del mundo, logro deshacerse del color de su piel. Pero el problema se agrava cuando pensamos, por ejemplo, en los gordos. Por no decirle a alguien “gordo”, podria llamarsele “elefantedescendiente”. Pero el hecho es que esa condicion, la de “gordo”, puede ser revertida, con lo cual el epiteto desaparece. Pero hablemos por ejemplo de los enanos, de las personas que son de tamaño bajo y que se les denomina de esa manera. Para referirse a ellos, sin ofenderlos, pordria llamarseles “pigmeodescendientes”, pero el hecho cierto es que su condicion, a pesar de llamarlos con mucho respecto y de forma “cientifica”, sigue siendo la misma, y peor aun, a mi entender, se estaria separando a quienes entran en ese grupo del resto.

Mucho me llama la atencion el hecho de que se este haciendo esto de la “afrodescendencia”. Pero mas me llama la atencion, el que no nos demos cuenta de que simplemente, y con la mejor intencion, se nos este igualmente identificando, solo que en lugar de “negro”, se nos dice “afrodescendiente”. Pero peor aun, si a los negros se les dice “afrodescendientes”, lo mas justo es que, por ejemplo, a los blancos se les clasifique en “norteamericanodescendientes” y “europeodescendientes”; de igual manera, a los chinos, que bastantes que tenemos, habria que llamarlos “asiaticodescendiente”, y asi sucesivamente, hasta que hayamos logrado etiquetar a todo el mundo aqui. Pero resulta que eso seria ir hacia atras, como en los tiempos de la colonia, cuando habian mantuanos, blancos, mestizos, pardos y esclavos (por cierto, todos negros), y donde cada uno tenia una posicion, y sobre todo muchas restricciones dependiendo del grupo al cual pertenecian. Es absurdo que estemos pensando asi, pero no es ilogico, ya que precisamente, estamos simplemente dando rienda suelta a tantos años de vejacion colonialista, y quizas debido a que ahora el pueblo es el que puede tomar las decisiones, pues actua solo en forma reactiva, buscando venganza, pero sin darse cuenta de que esta “entrampado”, tal como el caso de las langostas en el balde.

Y esto quizas pueda parecer algo relativamente “necio” para pensar, pero que pasa si se continua, y se decide identificar a la gente, por ejemplo, en la cedula de identidad? De manera que por un ladito, indique “afrodescendiente”, o “blanco”, o “criollo”. Por el camino que vamos, es una muy mala posibilidad, ya que podria pasar asi como que se requiere la identificacion para “gozar” de las reinvindicaciones de tantos años de opresion, pero con toda seguridad, terminaria siendo como la “estrella de david” que le colocaban a los judios en las epocas de Hitler, y ya sabemos en que deparo eso…


Pero investigando un poco mas, veo como nosotros, independientes, soberanos y libres, decidimos utilizar un epíteto que es invento del “diablo”, del mal de los males, de los estados unidos de Norteamérica, Pero peor aun, quedo impresionado cuando veo que existen no solo “afrodescendientes”, sino que este termino se subdivide, dependiendo de la zona donde vivas, de manera que existen: afro-americanos, afro-cubanos, afro-venezolanos, afro-brasileños, afro-europeos, etc. Pareciera un concierto para


El tema del racismo es complicado. Conozco, muy de cerca, a negros que al ver negros dicen “cuidado, que deben ser malandros”, sin darse cuenta que lo mismo pueden pensar los asi etiquetados. Es un mal general, que hemos heredado, pero contra el que debemos luchar. No es un problema de identificar a los que son, de los que no lo son, sino una necesidad de vernos todos de igual manera. Deberia ser algo asi como una tierra donde todos somos ciegos, y no podemos referirnos a la gente por el color de su piel. Ese seria el caso perfecto. Pero mientras tanto, debemos luchar, contra nosotros mismos, para deslastrarnos de esa herencia perversa, donde el trabajo que realizabas era lo que te permitia obtener el respeto del resto de los congeneres. El ejemplo perfecto esta al ver una cedula de identidad venezolana. En ninguna cedula aparece ningun epiteto, sino las caracteristicas mas basicas que identifican y diferencian a las personas. El dia que logremos “romper las cadenas” de esa herencia, el dia en que nos llamemos sin necesitar epitetos, ese dia estaremos realmente avanzando en el medio de una revolucion.


En lo que a mi respecta, seria absurdo no asumir que soy negro, y mas absurdo aun seria pretender que quienes me rodean no puedan caer ante la tentación de decirme “negro”. Unos me lo dirán por cariño, otros por ofenderme, pero al final, en ambos casos, no hacen mas que dar cuenta de una de las características fisonómicas mas destacadas. Podrían decirme “alto”, o “gordo”, pero eso, al menos por ahora, no se acostumbra. Independientemente de ello, soy Fernando, y mas alla de eso, SOY, sin que un epíteto determine, en forma alguna, nada en mi vida. Eso, se lo dejo a otros…

2 opiniones en “Mi nombre no lleva epíteto”

  1. Excelente Fer. Leyendo este post me imaginaba lo de la estrella de David pero a la inversa. Si se coloca en la cédula de identidad una etiqueta de origen, para que pueda garantizarse el trato privilegiado a aquellos que tradicionalmente han sido marginados, como somos los venezolanos de pilas, pronto veremos a rubios de ojos azules con la etiqueta de afrodescendientes en su cédula.

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