Lamentablemente, estamos acostumbrados a ver películas de epopeyas de otros países. Yo mismo me declaro un fanático, por ejemplo, de la Segunda Guerra Mundial, de la cual hay incontable cantidad de libros y películas; hemos visto la historia de loa espartanos (300), de los romanos (infinidad de películas y libros), y así se podrían nombrar infinidad de películas y libros de cualquier acto epopéyico, pero lamentablemente, no hay grandes producciones acerca de lo que fué la Gesta Libertadora. Libros, si, como no, muchos y muy buenos, pero lamentablemente, pareciéramos no estar acostumbrados, o no tener interés alguno por nuestra historia. Siempre preferimos, por ejemplo, leer o ver una película del Soldado Ryan, pero no sobre el Negro Primero (por ejemplo). En mi caso, he tenido la suerte de que mi papá, desde muy pequeños mi hermano menor y yo, decidió dos cosas: una, que recorriéramos el territorio de Venezuela, antes de ir a otros paises; esto casi lo logramos, solo nos faltó el sur-este, lo que es Amazonas, la gran sabana. Lo otro fué que conociéramos de nuestra historia. Así, un día, recibí de regalo un libro que, para ese momento, ya era viejo. Con mucho cariño nos lo dió mi papá. Era Venezuela Heroica, de Eduardo Blanco. He leído este libro muchas veces, y cada vez que lo leo, encuentro cosas que no había entendido en las lecturas anteriores. Es algo así como que en la medida en que voy creciendo, y adquiriendo más experiencia, voy entendiendo mas cosas del libro. Es un libro sencillo, magistralmente escrito, que nos relata pasajes sobre las batallas que se libraron durante la guerra de independencia: La Victoria, San Mateo, el Sitio de Valencia, Maturín, La Invasión de los Seiscientos, La Casa-Fuerte, San Félix, Matasiete, Las Queseras, Boyacá, y por supuesto, Carabobo.
Como anécdota interesante, por los días en que el programa «Quien Quiere Ser Millonario» era el de más moda, por lo cual lo veía religiosamente todas las semanas, un día hubo una pregunta que le hicieron a un participante: Quien había comandado la batalla de Matasiete? Cuando presentaron las opciones, de inmediato recordé lo que leí en Venezuela Heroica, pero no estaba el nombre que recordaba. El tiempo pasaba, el participante vacilaba. Corrí a buscar mi libro, verifiqué rapidamente, y efectivamente vi que el nombre de quien comandó dicha batalla, ni siquiera estaba entre las opciones. El participante seleccionó una opción, y Eladio Lares, con cara así como de «lógica», le indicaba el error, y le informaba que «por supuesto, había sido Simón Bolívar», con lo cual, el participante se iba del programa. De inmediato me fuí a la computadora, me metí en el sitio web de RCTV (que para esa época aún existía), busqué alguna dirección de correo, conseguí una, envié como mil mensajes; también llamé por teléfono, infructuosamente debo acotar. Esperé impacientemente a que llegara el próximo programa, en el cual, efectivamente, Eladio Lares indicaba que «La Producción» había cometido un error, y por ello le daban una nueva oportunidad al participante. La historia fué corta, ya que el mismo no pasó la nueva pregunta, pero si me quedó la evidencia de que, por una parte, Eladio Lares no sabía de la Historia; por otra, que yo si sabía algo; y finalmente, que yo sabía más que Eladio Lares de la historia de nuestro país(lo cual no es ninguna medida, pero siendo una personaje público, pues algo de fresquito me entró). Dejo a quien lea estas palabras, la tarea de verificar quién comandó la batalla de Matasiete…
Insisto, gracias a Dios, que he tenido la oportunidad de que me orientaran a conocer de la historia, y en este momento, ando en una de estudio de la historia constitucional de venezuela, lo cual complementa mucho lo que se puede leer en este libro. Por supuesto, cualquiera puede opinar que hay otros libros que quizás hasta mejores son, pero en mi caso, lo que me parece excelente es el estilo de redacción que tuvo Eduardo Blanco.
Feliz fuí el día que fuimos todos al Campo de Carabobo. Me sentía muy entusiasmado de estar en el mismo sitio del que había leído, y del que año a año escuchaba hablar, en la fecha que celebramos hoy, además de ser el escenario de esos desfiles militares que siempre me han deleitado, principalmente por soñar que un día estaría allí como un oficial (lo cual es parte de otra historia). Por esos días, vivíamos en Trujillo, y cada vez que viajábamos a Caracas, pasábamos por el Glorioso Campo de Carabobo, al menos a comer cachapas y cochino frito, y me quedaba atónito mirando hacia el Campo, como esperando poder ver algo, que viniera de el día en que se dió la Justa que le daba origen al monumento. Aún hoy en día siempre quiero ir, aunque a quienes les digo que hagamos una especie de excursión, me dicen: «pero que quieres ver ahí, si con ir una sola vez ya viste todo». Pero para mí no es cuestión de ir «a ver», sino a compartir, a sentir, a estar con todos esos hombres que en su momento lo dieron todo por esta estropeada y vilipendiada libertad que tenemos hoy en día.
Para aquellos que quieran ir mas lejos de la lectura, o que prefieren los medios modernos para conocer los detalles de la historia, les dejo este enlace, que me parece de lo mas interesante.