Hace unos 15 años, por vez primera me pidieron ser Compadre. Tenía yo alrededor de 25 años de edad, y la única relación que había tenido con compadres, era la que conocía con mis padrinos y madrinas. La noticia me puso a pensar. Ciertamente era toda una responsabilidad, que me ponía, según creía, en la posición de decidir si aceptaba o no. Me lo proponía mi mejor amigo, mi hermano del alma y compañero de buenos y malos momentos. Por supuesto, acudí a quien podía resolverme la disyuntiva: mi papá. Al comentarle el caso, y decirle que no estaba seguro, me aclaró la situación, diciéndome: Hijo, uno no acepta ni rechaza cuando alguien le propone ser padrino de su hij@. A uno lo seleccionan, y punto. Eso me resolvió el escenario, y con todo gusto acepté.
Muchos años después, nuevamente me vi en el mismo escenario, cuando mis otros compadres, nos seleccionaron para ser padrinos de su hijo. Ya con la experiencia recién contada, no hubo duda alguna, y con todo gusto aceptamos.
La figura del COMPADRE, es toda una institución no sólo en nuestro país, sino en otros países (no puedo asegurar que en el mundo). Hace muchos años, mi mamá tuvo que ir a una clínica por un grave problema de salud. Mi papá la llevó, y nos dejó al cuidado de mis padrinos de confirmación. Resultó ser que mi mamá se puso muy mal, y ante la situación, mi papá también sufrió algún ataque, con lo cual, los dos, quedaron ingresados como pacientes en la clínica. Afortunadamente, tuvimos, mi hermano y yo, la suerte de ser atendidos por mis padrinos, que, tal como indica la teoría, ante la falta de los padres, estuvieron presentes y se hicieron cargo de nosotros por el tiempo que fué necesario, que por cierto fué bastante.
Ahora me tocó a mi seleccionar a mis compadres. No fué tarea fácil, ya que la situación nuestra, al estar lejos de la familia, casi obligaba a tener de verdad la posibilidad de contar con quien tome el control de la vida de nuestra hija en caso de ser necesario, y en forma inmediata. Basado en varios argumentos, hicimos la elección, de la cual estamos bien orgullosos, y seguros de que siempre estarán pendientes y dispuestos a lo que salga. Por supuesto, que hay quienes querían esperaban salir en la selección, pero bueno, no se pudo esta vez. Por ello, comenzó a surgir en el seno de la familia, el comentario de que si hubiese un «día del compadre», pues yo no podría celebrarlo con mis concuñados, ya que ellos si son compadres, pero yo no (de ninguno de ellos). La cosa se fué intensificando, hasta que uno de ellos, decidió inventar el DIA INTERNACIONAL DEL COMPADRE, en el cual ellos celebrarían, y yo no (con ellos). Así, decretó que el sábado anterior al día del padre, sería celebrado el día del compadre. Y casualmente, ese día estuve con ellos, y fuí testigo de un intercambio de regalos, así como participé en una parrilla de celebración de dicho día.
Días después, me puse a pensar en que si existía un día del padre, por qué no podría haber un día del padrino, o como lo habíamos bautizado nosotros, un día del compadre, y me puse a investigar. Pude llegar a conocer que en México, se celebra el día del compadre, y que en Chile, también. Ya que fuí testigo de lo que podría ser el primer día del compadre en venezuela, y que fué una experiencia de lo mas entretenida, y que de hecho se unió a la celebración del día del padre, pues propongo que quienes lean estas líneas, y estén de acuerdo con esta propuesta, se expresen y apoyen la misma, a ver si conseguimos la manera de celebrar dicho día, cada sábado anterior al día del padre.
Por mi parte, lo marcaré en mi calendario, y lo celebraré de ahora en adelante, con la esperanza de que se convierta en una celebración que, a diferencia de todos los días que celebramos, esté motivada por el cariño más que por razones económicas.
Y por supuesto, es el día de la comadre también, así que queda abierta la discusión de si se llama día del compadre, día de la comadre, o simplemente día de los padrinos.
La foto es la de mi padrino, el Negro Corao, conmigo hace mucho, mucho tiempo atrás, y orgullosamente puedo decir que aún hoy en día mantenemos una muy cercana relación! En las fotos siguientes, verán mi bautizo, y mi comunión/confirmación. Gracias a Dios, me tocaron tremendos padrinos!