Incertidumbre de cambio. Certeza de realidad


A 30 km de mi trabajo, me paro 3 horas antes de mi hora de entrada para poder llegar a tiempo. Despierto a mi hija, quien a sus 5 años ya se siente «agotada» del ritmo semanal. Mi primera pregunta: podré bañarme? El suspiro que bota el lavamanos al abrir la llave me responde que no. Tendré que darme un «baño italiano» para salir, rogando que en la noche alguien se apiade y haya algo del preciado liquido. Orino en el coctel de desecho de la familia que obliga a tener la falta de agua, y me termino de arreglar con el agua del tobo. Salimos, y mientras mi hija agarra nuevamente sueño, con el que complementara una hora mas de descanso en el carro, me voy preguntando si esto será para siempre.
Las noticias, pues ninguna de farandula. De deporte, el mundial alivia de las malas noticias, pero ya va a terminar. De resto, el indice de inflación, los niveles de delincuencia, la falta de todo, los dolares que se robaron. Nada bueno o al menos distinto. Envidio a los españoles, mas en los últimos dias en que he venido observando programas que simplemente entretienen. Nadie, en 2 horas seguidas, ha hablado de politica, ni de revolución, ni de crisis. Y vaya que allá están en crisis. Nuevamente ecucho entrevistas a expertos que nos dan fe científica de lo jodidos que ya sabemos y sentimos que estamos. Cierre de hospitales, mas presos políticos, aviones sin repuestos…
Llego a la cola de la escuela para dejar a mi hija. Recuerdo que hubo un atraco a la vuelta de la esquina. La protegerán si se vuelve a dar la situación? A mi cuñada la asaltaron en una reunión de padres y representantes. Cuando me tocará a mi? En la última, una mamá llegó rasguñada por las uñas del motorizado que le arranco la cadena. Ahora llega la policía. Serán de los que agarran atracando a mano armada?
Sigo a mi oficina. Sindicatos reportan por la radio las agresiones del gobierno. Los empresarios anuncian, una vez mas, que no seguirán conversando porque no hay respuestas. Seguirán cerrando empresas, y creciendo los desempleados. Cuanto tardará en afectarse la empresa en la que trabajo? Espero el transporte que nos lleva los 800 metros entre el estacionamiento y la oficina. Los que se han ido a pie, a las 7 de la mañana, los han atracado. No me arriesgo…
Mediodía. Como en la oficina. Estiro el sueldo llevando almuerzo. De no hacerlo, gastaria, comiendo en los sitios mas económicos, al menos la mitad de un sueldo minimo solo en almuerzo. 3/4 con desayunos y meriendas. Cómo harán las personas que ganan sueldo mínimo? Llegan mis compañeros que salieron a almorzar… Robaron a uno.
Final de la jornada. Salgo a buscar a mi hija. De los 2 canales, uno lo ocupa mucha gente. Los mototaxis andan como moscas. Una falla eléctrica afectó el metro. Dice el ministro de energía eléctrica que es un golpe de estado. El décimo quinto en lo que va de quincena. Me entregan a mi hija. Nada le pasó. Ahora a rezar que no me atraquen en la vía. Todos los dias soy testigo aterrado y silente de los atracos, a mano armada, que se dan en la vía a la casa. De los últimos 30 dias, 30 vecinos de cola han sido víctimas. Apago los telefonos y solo dejo el que menos me gusta afuera para tenerlo a mano cuando me toquen la ventana con la punta de una pistola. Todos los dias lo veo, así que alguno me tocará a mi. Me preocupa que voy con mi hija. Mientras lo pienso una nueva victima a menos de 2 metros delante de mi. Como reaccionara ella ante ese evento. Sobreviviremos? Solo el tiempo y las circunstancias lo dirán.
2 horas y ya no me importa cuantos minutos mas tarde llegamos a la casa. Corro a agarrar las postrimerías del chorro de agua. Cual ladrón en casa ajena me baño. No tenemos como hacer unas arepas, ni como comernos un cereal. Abro una lata de atún, no sin antes pensar cual es la marca que es de diosdado… Y me siento a ver televisión española. Un toro voló al público en una corrida; actores americanos visitan programas de variedad para publicitar sus películas nuevas; competencias de clavados entre gente famosa. Recuerdo cuando eramos así…

Llega la hora de acostarse. Tratar de descansar lo máximo para enfrentar el nuevo día. La misma cola, las mismas noticias, el mismo miedo, la misma incertidumbre…

Y suena el reloj. Y el mismo suspiro del lavamanos anuncia que no habrá sorpresas hoy…

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