Hoy cumplo años. Tantos recuerdos de celebraciones pasadas. La de los 8 años marcó un hito en la historia familiar, cuando todos los primos hicimos un acto con la canción de Pedro Navaja, eso en medio de uno de los mayores desastres familiares, cuando me corté un dedo (si, justo ese día) que casi pierdo. Trujillo, con los Mendoza, Las Hernández, y esa magia propia del lugar (aún le debo muuuuchas letras a Trujillo); Luego, los 15… a muchos que les cuento se ríen, porque… pues yo aún considero que si a las damas les hacen una fiesta de presentación a la sociedad, los hombre que? Dominó y una sorpresita medio traumática de parte de mi mamá fué ese cumpleaños. Aquellas fiestas donde mis compadres Mario y Gabriela, como no recordarlos. Siempre pidiendo que quería una fiesta sorpresa, hasta que un día me complacieron (ahora mi hija los piensa, pero me pide que la lleve a comprarme las cosas para la fiesta). El muy famoso cumpleaños, cuando me «cayó la roya»; fuí a celebrar con mis cuñadas al Bodegón de Pancho, y al salir, mi volkswagen estaba chocado por delante y por detrás… Eso fué el colofón de una serie de eventos que ese año me sucedieron, y que me hicieron tomar la decisión de irme a casa de mis padres, deprimido, y dispuesto a abandonarlo todo. Su paciencia y apoyo me ayudaron a salir adelante, y aquí estoy (pero que no se me olvide contar de la «casa de drácula»). Los cumpleaños con mis compadres Héctor y Ceci, allá en La Mara, cómo gozábamos. Sin saberlo disfrutábamos de unos lujos que hoy son imposibles de alcanzar. El cumpleaños que tuve que trabajar hasta taaaarde, y que al final mi Jefe del momento, nos invitó a Dairis y a mi a cenar, una cenoooota, pero con la cara «de satisfación y agrado» de mi queridísima esposita… Luego, las celebraciones con mi hija, hasta que comenzó ella a planificarlos, siempre preguntándome de qué los quiero y complaciéndome, hasta llegar al del año pasado, en que las circunstancias me permitieron pasarlo en New York New York… Recordar tantos momentos me hace sentir vivo.
Y lo mejor, quienes siempre me han acompañado… Mi Mamá. Gracias a Dios he superado el trauma de este día sin contar con su risa y alegría, pero extrañándola cada año más! Mi Papá, siempre ahí, y quien este año me dió quizás el mejor de los regalos que he recibido (Gracias Pah!). Mi hermanito… vaya que le di mala vida de vez en cuando, pero siempre Juntos; Mi esposa, quien me ha acompañado en tantos cumpleaños (ya vamos para 22 juntos, prácticamente la mitad de mi vida con ella); Mis Tías, todas, así como mi abuela, mis primos, mi Padrino, luego Mis Suegros, mis concuñados, y mis cuñadas; y mis amigos… mis amigos siempre presentes. Igor y Yamileth, que se fueron tan pronto, los primeros cornetazos de lo efímera de la vida; Mis panas de pizzas carbonara allá en el sabor de los quesos, también presentes en muchos de mis cumpleaños (hay que recuperar Blastodermos!); Gloria y Rafa… cuántas veces nos salvaron al borde del abismo; Mis compadres, desde que no lo éramos, hasta ahora, siempre pendientes y presentes (hasta tú Patricia); Y todos! Compañeros de trabajo de antes y de ahora, conocidos, ex-novias, tanta gente que me han acompañado en estos 45 años. A todos Gracias!!!!
La vida, la vida es tan distinta en cada cumpleaño que se celebra. 11 Presidentes de Venezuela, 7 de los EEUU; 12 mundiales de futbol; 10 temporadas de Friends; y aquí estoy, con el cuerpo un poco magullado, pero con la misma energía para seguir comiéndome el mundo, y aportando lo necesario para hacerlo un sitio mejor para todos!
Recuerdo que veía a los amigos de mis padres, incluso con menos edad que la que alcanzo, y pensaba que eran «viejos» (las comillas son para que no hayan resentimientos). Hoy en día, en perspectiva, pues veo en los ojos de los jóvenes ese mismo pensamiento conmigo… y me río, me río porque la vida es como un cine continuado, donde todos vemos la misma película, pero la disfrutamos e interpretamos de acuerdo al momento!