Curriculum Socialis


Hoy en día me impresiona como nos hemos vuelto unos esclavos de la información y la tecnología. Eventos que en el pasado ni siquiera existían, hoy en día son, incluso, motivo de temores y de acciones desesperadas. Quien se preocupaba, por ejemplo, por cuántos periódicos se imprimían al día? La única forma de saber cuántos discos vendía un artista era cuando le daban un disco de oro, de platino, de titanio o de cualquier otro material exótico. Quien contaba cuantos amigos tenía? Era eso importante? Pues ahora si. De hecho, llegué a esta reflexión cuando anoté la cantidad de libros que voy a ler este año en un reto… y pensé: «entonces voy a leer por el reto y por acumular libros leidos? o, como siempre, porque me gusta?». Acumuladores… en eso nos hemos convertido, en acumuladores de números.

Ya vió lo que hace cuando el porcentaje de cualquiera de sus aparatos electrónicos está bajo? o cuando le queda poco espacio para almacenar fotos y/o videos? Todos, independientemente de la profesión, condición o lo que sea, somos expertos: sabemos de «megas», Porcentajes, cuanto tiempo duran 20 mAh, la velocidad a la cual se parte un teléfono de acuerdo al acelerómetro… Y por otro lado, estamos pendientes de cuántos amigos tenemos en facebook, cuantos seguidores en twitter o instagram; consideramos la calidad de un video por las veces que ha sido reproducido en youtube; un artículo nos parece interesante por la cantidad de veces que lo han retuiteado o «favoriteado». Y en mi opinión, como uno mas «entrampado», siento que esa es una conducta inducida a la cual simplemente reaccionamos. Como parte del enjambre, no puedo concluir si es algo bueno o malo, pero en lo personal, haciéndome consciente del hecho, quiero recuperar mi libertad… Quiero escribir porque siento la necesidad de expresarme, no para que suban mis estadísticas de visitas; que no me importe cuántos amigos tengo en Facebook, sino poder estar presente cuando cualquiera de quienes me consideran su amigo me necesite; no repetir lo que veo en twitter asumiendo todo como la verdad absoluta, sino validar la fuente y dar mi opinión en base a los hechos reales; disfrutar un video porque me llama la atención, no porque muchos dijeron que era bueno. No será fácil, lo sé, pero al menos debo intentarlo.

«Tiempo de Calidad». Eso es lo que nos merecemos. Comencemos dándonoslo nosotros mismos, para luego hacerlo con quienes nos rodean. Si está en un sitio, comience por sentirse que está allí, no en las 5 conversaciones del Whatsapp, ni en el sitio desde donde reportan el evento en twitter, ni en la sala de redacciones del periódico que sigue. Compartamos con quienes estamos, y mejor aún, demos el ejemplo de que si es posible. Es muy fácil tener una vida digital «exitosa», con miles de amigos, millones de seguidores, billones de visitas, y «likes». Hasta me imagino que alguien debe ofrecer el servicio. Lo difícil es lograr una vida, real, plena, de logros. Y para eso, como dice Silvio Rodríguez en su canción «Cita con Angeles», «Seamos un tilín mejores, y mucho menos egoístas«.

PD: Y para que el tratamiento no sea de «shock», aquí dejo el enlace a la canción para que la vea en Youtube… 

Un comentario en “Curriculum Socialis”

  1. Lo que pasa hijo, es que ese es un problema generacional. Tu estas pendiente de lo que se produce en los medios electrónicos, pero yo los uso ocasionalmente. ¿Cual es la razón? Que a tu generación le surgió un vicio de adicción a esos medios. Si estas en una reunión, ves como todos están mas pendientes del teléfono que de lo que se habla. Así no se puede vivir, pues resultan esclavos de los medios, en lugar de servirse de ellos.

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