El llamado a Compartir

Fernando J. Castellano Azócar

He visto cómo hay circunstancias que se presentan como casualidades, pero la verdad es que no las veo como tales. Soy creyente que uno genera con sus acciones situaciones, por lo que siempre se debe estar muy consciente de lo que se hace y del impacto que puede tener. Luego del post que publiqué la semana pasada sobre estoicismo esta semana me tocó compartirle a un conocido cómo podría ayudarle esta filosofía con algunos temas de su salud. No es que sea un arte mágico, pero en mi experiencia me ha ayudado a llevar las cosas con un poco mas de calma lo cual, definitivamente, influye de manera positiva en la salud y en general en la vida de quien lo vive.

El Estoicismo es una creencia profunda de justicia y resiliencia. Se trata de no rendirse, de no dejarse llevar por la desesperación o la falsa esperanza sino de afrontar la realidad y encontrar la paz interior a pesar de todo. En ese sentido, lo más importante en la filosofía estóica es diferenciar entre lo que podemos cambiar y lo que no. Sobre lo que tenemos influencia y lo que no.

Las 3 partes más esenciales de la filosofía estóica son:

• Percepción. Cómo vemos y percibimos el mundo a nuestro alrededor. Al controlar éstas percepciones podemos encontrar claridad mental.
• Acción. Las decisiones y acciones que tomamos – y para qué?. Al dirigir nuestras acciones de forma apropiada y justa, seremos efectivos.
• Voluntad. Cómo tratamos las cosas que no podemos cambiar, alcanzar un juicio claro y convincente y llegar a un entendimiento verdadero de nuestro lugar en el mundo. Al utilizar y alinear nuestra voluntad encontraremos la sabiduría y la perspectiva para tratar con cualquier cosa que el mundo nos ponga en el camino.

Así como quien recibe un consejo tiene la opción de simplemente no considerarlo, quien lo da corre el riesgo de ser criticado de no ejercer lo que predica, pero la Filosofía Estóica no es algo que solo se practique, sino algo que se vive y que quien lo hace no es que anda sobre una nube mágica libre de todo bien y todo mal, sino muy por el contrario se ven expuestos, como todos los demás, a las mismas situaciones, solo que se cuenta con una guía.

Marco Aurelio escribió:

Todo lo que necesitas es esto:

• Certeza de juicio en el momento presente.
• Acción por el bien común en el momento presente.
• Actitud y gratitud en el momento presente por todo lo que te llega.

En resúmen, lo que recomiendo tener presente cada día y en cada decisión es:

• Controla tus percepciones.
• Dirije tus actos de manera apropiada.
• Acepta voluntariamente lo que está fuera de tu control.

Y para una ayuda adicional, existe la Oración de la Serenidad:

“Dios, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el coraje para cambiar las cosas que puedo, y la sabiduría para encontrar la diferencia”