Recuperando mi biblioteca (Parte 2 de 2)


En la primera parte indiqué lo que ha significado vivir entre libros, y cómo las circustancias me hicieron tener que salir de mi biblioteca «tradicional», y describí el proceso mediante el cual había encontrado una solución a la necesidad de tener mis libros. En este capítulo detallaré cómo reconstruí, aprovechando la tecnología digital, mi biblioteca, y cómo la mantengo.

Para comenzar, por razones circunstanciales, mi sistema está basado en el Kindle de Amazon. Una vez que tuve mi Kindle, comencé a hacer uso de mi «lista de deseos» (wish list) para ir anotando los libros que planeaba comprar. Uno de los puntos más relevantes en mi sistema era el precio de los libros. En Twitter conseguí una recomendación que es básica en mi sistema, que son listas de libros a precios muy e incluso gratis por tiempo determinado. Así, me suscribí a varias, y al final me quedé solo con eBookStage y SweetFreeBooks. Así, recibo todos los días un correo electrónico de cada una de estas listas en las que me indican los libros (y de hace algún tiempo para acá también audiolibros) que están en oferta (muchos gratis). Al comienzo comencé a «comprar» todos los que estaban gratis, sin embargo, luego de algún tiempo entendí que no iba a poder leer nunca todos los libros que estaba comprando de esa manera, por lo cual me apoyé en el sistema de «reviews» de Amazon. Por cada libro gratis que por el título y la descripción me llama la atención, lo reviso en Amazon.

art01Mientras mayor es el número de personas que han comentado acerca del libro, mejor. Y en mi caso, aparte de los comentarios, la regla base es que todo libro que seleccione debe contar con al menos un 80% entre 4 y 5 estrellas. Cualquier libro por debajo de eso no lo selecciono, y los que están por encima va a depender de lo que lea en los reviews que hayan hecho, lo que me «enganche» la descripción, y seguramente mi estado de ánimo ese día. Hay algunos casos especiales, que son los libros que recomiendan por otras vías. Artículos, podcasts y listas de correo son una fuente permanente de recomendación e libros. Especial mención hago a Niklas Goeke, quien ofrece, en su página 4minutebooks resumenes de libros que se leen en 4 minutos. Es una muy interesante opción para quienes buscan ampliar su biblioteca. Claro está, independientemente de la fuente, en mi caso siempre aplica lo del 80% de reviews entre 4 y 5 estrellas. Sólo en muy pocas oportunidades no la aplico, aunque por lo general, los libros que recomiendan están en esa categoría.

Al comienzo iba registrando todos los libros en mi wish list en Amazon, pero, a pesar de saber que tenía la información segura y accesible, no era de fácil acceso y uso. Quizás el tema es que ese sistema no está diseñado para el uso que le quería dar, lo cierto del caso es que, por una parte, no me era cómodo ver mis libros en el kindle (por ninguno de los dispositivos que tengo), y tampoco me gustaba cómo ver mis libros en mi lista «por comprar». Entre tantas aplicaciones que pruebo regularmente, tuve un primer intento con Evernotes (el cual uso para prácticamente todo), sin embargo tampoco me proveía lo que buscada. Y buscando opciones para organizarme llegué al Trello. Inicialmente lo utilizaba para llevar el detalle de mis actividades, pero un día comencé a ver que podría inventar una forma de tener disponibles mis libros de una forma mas cercana a como hacía con mi biblioteca. Trello me iba a permitir crear una bibioteca con casi todas las ventajas de mi biblioteca real, así que comencé a trabajar en eso.

Definí las categorías como iba a conformar mi biblioteca:

  • Leyendo: Los libros que estoy leyendo. Por lo general leo más de uno a la vez, ya que dependiendo del estado de ánimo me es más fácil encontrar lo que me «engancha» (a menos que consiga un libro que no me deje soltarlo hasta llegar al final)
  • Leído: Todos los libros que voy leyendo. En mi caso, incluí los libros que ya había leído antes incluso de tener mi Kindle. Afortunadamente, los tenía anotados en Evernotes…
  • Preferido (de los leidos): Hay libros que terminan siendo favoritos. Cuando uno pasa por la biblioteca y los ve los recuerda, y terminan siendo de consulta rápida (por lo general se agarran en el camino al baño).
  • Por Leer: Los libros que tengo comprados y pendientes por leer.
  • Por Comprar: La conclusión a la que llegué es que es más rápida la manera cómo encuentro libros que quiero leer que mi capacidad de realmente leerlos. Por ello, cree unas categorías para los libros que quiero comprar basado en el precio. Debo confesar que por lo general, los que realmente me llaman la atención siempre están en la lista de los mas costosos. Así, puedo saciar mi necesidad de comprar un libro dependiendo de lo que esté dispuesto a gastar.
    • Por Comprar (0 dolar)
    • Por comprar (<=1 dolar)
    • Por comprar (entre 1 y 3 dolares)
    • Por Comprar (entre 3 y 5 dolares)
    • Por comprar (mas de 5 dolares)
  • En su búsqueda: Son los libros que escucho que son buenos o me recomiendan, y que anoto rápidamente en esta categoría. Luego con más calma los busco y dependiendo de su precio pasan a estar en alguna de las categorías antes indicadas.

Al final, mi nueva biblioteca es así:Biblioteca Trello

Lo que resta entonces es indicar cómo registro cada libro en esta biblioteca. En la categoría correspondiente, agrego una nueva tarjeta.art02El título de la tarjeta es el mismo título del libro como aparece en Amazon (copio y pego). En la descripción, pego el URL del libro en Amazon. De esta manera puedo acceder a los detalles del libro cuando lo necesite (para dejar comentarios, verificar el precio, ver los datos del autor, etc.). Y utilizando el botón «Adjunto», coloco la imagen del libro que es la misma que aparece en Amazon. De esta manera tengo la información que, para mi, es prácticamente el libro. Una ventaja adicional es que en las tarjetas de Trello puedo incluir comentarios que se incluyen al momento de hacer búsquedas. Así, por ejemplo, un dato que me interesa de los libros es el número de páginas. A veces uno quiere leer algo corto, y obviamente si cuentas con el libro en físico es fácil seleccionarlo, pero en este caso, la idea es copiar ese detalle del resúmen del libro en Amazon y poder hacer búsquedas por el numero de páginas (aún estoy trabajando en la implementación de esto), pero también aprovecho esta capacidad para escribir los comentarios o notas sobre el libro en la medida en que lo voy leyendo.

Al final, un libro en mi biblioteca queda registrado así:art03(por cierto, si buscan un TREMENDO libro sobre liderazgo, hagan la inversión en este…)

Una vez los libros están en mi biblioteca, la magia la pone Trello. Puedo moverlos dentro de cada categoría, pasarlos de una categoría a la otra, como mencioné anteriormente puedo agregar comentarios, imágenes y todo lo que necesite. Pero lo más importante para mi es que tengo mis libros ahí, todos, que los puedo ver, puedo buscar entre ellos, leer el resumen, y decidir si los leo, en cuyo caso lo que hago es que los busco en el Kindle y listo!

Cada día que pasa me impresiona más el hecho de contar con tanto avance tecnológico. Recuerdo las veces que en la escuela me tocó ir a la biblioteca pública, buscar en los ficheros, que estaban escritos a máquina de escribir, el libro que buscaba, pedirlo y sentarme a leerlo y a transcribir lo que necesitaba. Cuando mucho, tuve oportunidad de sacar fotocopias, y aquí estoy ahora describiendo como, por las vueltas del destino, transformé mi biblioteca de lo real a lo digital. No hay nada como tener un libro en la mano. Ese olor, esa sensación que dan las hojas al pasarlas. El ir terminando una y ya estar sintiendo el papel en los minutos previos a darle la vuelta. Eso nunca pasará de moda, sin embargo, ante circunstancias como la mía, que de paso no soy el único que las ha enfrentado, pues se presenta esta oportunidad. La adaptación es lo que permite la supervivencia en todos los ámbitos y áreas, y en este caso, pues realmente he logrado sobrevivir a no tener pero ni un librito de verdad. Por ahora, el método me ha funcionado, y estoy trabajando en muchas mejoras y otras ideas. Espero que a aquellos que se sientan frustrados por sus libros les de el mismo resultado que a mí. Y si no es así, pues ni modo, cómprese su biblioteca, y comience a llenarla de sus libros…

«Few pleasures, for the true reader, rival the pleasure of browsing unhurriedly among books: old books, new books, library books, other people’s books, one’s own books – it does not matter whose or where.»
― Aidan Chambers

Recuperando mi biblioteca (Parte 1 de 2)


Desde que nací, en mi casa había una biblioteca. En un momento fué tan grande que llenaba, ella sola, todo un cuarto. Mi papá y mi mamá siempre estaban leyendo; mi papá en su maletín siempre tenía libros. Cuando nos mudábamos, la mitad del esfuerzo era por los libros. Así crecí y, por supuesto, en mi casa siempre ha habido una biblioteca.

Para mi, pocas cosas son tan personales como un libro. Recuerdo cada libro que me han regalado, y me viene a la mente el momento y lo que sentía al leerlos. Lo que he comprado, esa es otra historia, ya que soy de los que se meten en las librerías y hojeo los que por el título me llaman más la atención, y en esa lectura rápida siento que por alguna razón debo comprarlos, con lo cual paso a la segunda fase, que es el tema del precio. Cuando el tiempo me lo permitía, me dedicaba a buscar ese «click» entre los libros de bajo costo, y lograba conseguir algunas joyas. De vez en cuando me daba un lujazo al compmrar un libro de esos que, por lo general, eran los que más me gustaban, pero también eran los más costosos. Y están los libros heredados. Esos que siempre vi en la biblioteca de la casa, o en el maletín de mi papá, o en su mesa de noche, o del que con tanta emoción contaba algo. De esos son varios los que siempre tuve en mi biblioteca.

Debo confesar que tengo una relación que puede entenderse como muy extraña con los libros. Para mí, es necesario tener no solo una lista sino los libros que voy a leer. No tenerlos es como que no hay más nada que hacer, que es el final del camino, por lo cual siempre me mantengo comprando libros y llenando mi biblioteca. Esto ha implicado la necesidad de ir requiriendo más espacio para mis libros, que se traduce en más espacio por ocupar en la casa, lo cual no es de los motivos más resaltantes de alegría para mi esposa, por lo que, al no tener más espacio para mis libros, lo que hacía era «atapuzar» las bibliotecas por todos lados. Para mi, ver mis libros siempre ha sido importante. Nada como llegar a la casa con una idea en la cabeza y seguro de que las respuestas están en mis libros, e ir a mi biblioteca y comenzar a buscar. Ir hojeando a los que se parecen al que busco, encontrar muchas cosas interesantes que no buscaba, poner en el tope de la lista alguno que otro libro para leerlo y al final encontrar lo que buscaba. O, como entiendo que hacemos muchos de los fanáticos a la lectura, en ese momento antes de ir al baño, buscar, ya con los pelitos parados, ese libro que tiene la lectura ideal para esos minutos de gloria…

Obviamente, por más que uno intente, toda biblioteca tiene una capacidad física que es imposible de cambiar, de manera que cuando comencé a necesitar más espacio para mis libros… me hicieron entender que había otras prioridades… y comencé a preocuparme. Una opción era salir de algunos libros para tener espacio disponible, pero no!, jamás salir de mis libros! Pero, los tiempos habían avanzado, y comencé a pensar que la solución era tener un Kindle. La opción era tentadora: tener disponible todos mis libros sin ocupar espacio. Comencé a leer y había, como en todo, los detractores y los entusiastas. Los primeros decían que se perdía el «feeling» de un libro verdadero, que no era lo mismo por el peso, etc. La verdad es que yo, como he sido apasionado de la tecnología, pues no tenía problema de probar. Al final, en un viaje que hice a los Estados Unidos, se me presentó la oportunidad. Tenía el dinero, la necesidad, el plan, y para las dudas, mi amigo Andrews me dió el empujón que final que necesitaba y me compré mi Kindle. Luego de algún tiempo me acostumbré y me volví fiel usuario. Quizás el único problema que encontré fué el precio de los libros, pero era algo manejable. Tenía mi biblioteca con mis libros de verdad, y ahora podía seguir ampliando mi lista a futuro de lectura sin ocupar mas espacio que el del kindle. Pero, llegó el momento en que tuvimos que mudarnos nuevamente, sólo que ésa vez era de país. Por el costo, sencillamente se hacía imposible llevarme mis libros, por lo cual decidí donarlos. Los conté todos, revisé cada uno en búsqueda de hojas o cosas que a veces se dejan en los libros. Siempre tuve la costumbre de escribir en la primera hoja de cada libro mi nombre y la fecha en la cual comencé a leerlo, de manera que cada libro que iba revisando me decía cuándo lo había leído por primera vez. Los conté, anoté los títulos, y los metí en las bolsas donde finalmente los llevé a la biblioteca donde tenía la esperanza de que serían tratados tan bien o mejor de como los traté yo. Así, solo tenía la lista de mis libros viejos, mas los que conformaban mi colección en digital. Para el kindle, encontré la manera de ubicar libros buenos a muy bajo precio e incluso gratis, de manera que la lista en digital ya triplicaba la cantidad de los que tuve en papel. Pero el sistema, por mas bueno, no me era satisfactorio.

Tenía los libros en el Kindle, pero para verlos todos no era fácil ni cómodo. En Amazon, se tiene la lista de todos los libros comprados, y aunque se pueden hacer más listas, pues no es ni cercano a esa capacidad de ver los libros como cuando se tienen en una biblioteca. Comencé a utilizar Goodreads, y es bueno, pero tampoco provee esa libertad de ver los libros e interactuar con ellos como lo hacía antes. En esa búsqueda de métodos de organización personal, comencé a utilizar Trello. Al comienzo, principalmente para cosas relacionadas con mi trabajo, pero después comencé a inventar, para al final llegar a una solución que, al menos en mi caso, cubre la mayoría de mis necesidades considerando las opciones disponibles con los libros en digital.

En la segunda parte, detallaré lo que hice, cómo lo uso y cuán satisfecho estoy con el método. Por ahora, dejo la imagen de mi nueva biblioteca, la cual siempre llevo a todo sitio donde voy…

Biblioteca Trello