Fernando J. Castellano Azócar
Luego de ese episodio, recuerdo cuando por primera vez hubo un teléfono celular en la casa. Era de los que se llamaban «ladrillos». Una maravilla. Mi papá andaba orgulloso doblado por la calle debido al peso que cargaba en la cintura. Mi mamá casi llegó a parecerse a Schwarzenegger de tanto cargarlo para arriba y para abajo. Luego una tia se compró uno pequeño, que hoy en dia sería el antecesor del «baby bloque»… En algún momento me robé el aparato mas pequeño, y fuí la envidia de mis amigos. hasta hice llamadas, las cuales salieron mas caras que las llamadas a las lineas calientes (que tambien utilicé), y hasta les decia a mis amigos que llamaran a su casa desde el celular…A esta altura del escrito, quizas quien se haya atrevido a seguir estas lineas estará pensando que esto no tiene nada de sentido. Pero si lo tiene. Hoy, en pleno dia de los enamorados, pude observar en el sitio donde fuimos a cenar, como todos, TODOS los que estabamos presentes no estabamos extasiados con la mirada de nuestra respectiva pareja. Tampoco estabamos ilusionados con la conversación, y mucho menos interesados en tratar de escuchar lo que hablaban las demas parejas. NO, TODOS estabamos interesados en la conversación por el celular, en los mensajes de texto, en ver a quien llamar, y algunos jovenes en jugar o quizas tambien enviar mensajes… y eso me pareció algo increíble. Recién hace 20 años, mi papá se iba a trabajar, y si mi mamá se quedaba, solo lo llamaba a su oficina, y si no lo encontraba LE DEJABA UN MENSAJE que alguien le daría. Tanto mi hermano como yo, y asi todos nuestros amigos, estudiabamos en la escuela, y nadie sabia de nosotros hasta la hora de irnos a buscar. Cuando saliamos a jugar, nadie sabia donde estabamos, ni que nos pasaba. Y ni hablar de cuando tuve la oportunidad de irme de excursión o de campamento con los scouts… en fin, hoy en dia, viendo (y teniendo) actitudes como las que ví hoy, donde parecía que era el dia de darle amor al teléfono, es dificil imaginar que un día no tuvimos ese aparatico en las manos. Es difícil imaginar que un hijo puede salir y regresar sano y salvo sin tener un telefono celular. Es casi imposible pensar en salir de la casa y darse cuenta que se le quedó el telefono celular, y no regresarse a buscarlo. Me resulta increíble esto, y me impresiona.Por ahora, no me queda otra cosa que desearle a todos un feliz dia de la amistad. Agradecimiento que llega a ustedes a traves de un blog, publicado en Internet, en el cual escribo utilizando mi computador portátil. Pero un momento, recien hace 20 años tuve una sinclair ZX81. Recién en el año 89 solo podia enviar correos a través de una consola de puro texto. Apenas en el año 91 tuve mi primer monitor a color, que era de tan solo 16 colores!!! y mi mejor computadora era un clon, con DD de 20 MB. Pero bueno, esa es otra historia que relataré en otro momento.


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