LA VINOTINTO: Ejemplo de Constancia, Esperanza de un País!


Como de costumbre, hago algo en mi computadora. Es inevitable tener el televisor sintonizado en el juego de fútbol en el cual juega nuestra Vinotinto. Como no soy realmente aficionado (a ningún deporte), sólo escucho, de espaldas entretenido en mis divagaciones digitales. De repente, toda la urbanización se oye en un sólo aliento, todos al unísono gritan: «GOOOOOOOOL!». Como es normal, me emociono, volteo, y celebro ese Gol, que minutos después, le da la victoria a nuestro equipo. Y entonces pienso en eso de «nuestro equipo», y recuerdo que no todo el tiempo fué así. Quizás algún fanático y conocedor del tema (como @jmonsalveleal) corregirá mucho de lo que expreso, pero hablo desde mi punto de vista, de un venezolano no fanático, como indiqué anteriormente, de ningún deporte.

Aún recuerdo la emotividad que expresé cuando me enteré de las palabras que, ahora se supone que no, dijo Hugo Sánchez. Tampoco es que recordaba mucho la trayectoría del en ese momento acusado, aunque si recordaba que era un jugador famoso. A pesar de todo, sentí que se habían metido con algo mío, y en respuesta, proferí los insultos más soeces, esperando que el acusado se viera abrumado por la fanaticada del equipo vituperado, lo cual se logró. Pero, nuevamente, y después de recibir algunos consejos de que «bajara el tono», nuevamente me sentí extrañado de estar defendiendo a la Vinotinto de esa manera, cuando realmente no soy fanático (por tercera y espero última vez lo digo) ni del fútbol ni de ningún deporte. Pero es que sentía que se habían metido con «los perolitos del pesebre». Pero no entendía muy bien el exceso de emotividad que me había inundado. Sólo pensaba que si la Vinotinto era un mal equipo, era NUESTRO equipo, y nosotros, quienes vivíamos por el mismo, éramos los únicos con derecho a hablar mal del mismo. Pero definitivamente, seguía extrañado por la actitud asumida, lo cual me llevó a pensar que si como yo estábamos todos, pues entonces el país entero estaba unido en una causa no sólo noble, sino engrandecedora, como es el Orgullo Nacional. Y eso se lograba por la constancia de quienes han pertenecido a la Vinotinto, en todos los puestos (Directores Técnicos, directivos, Jugadores, etc.), quienes han seguido adelante, independientemente de las vicisitudes por las cuales ha tenido que pasar, lo cual incluye, irremediablemente, aquello que confieso que tanto dije: «jugaron como nunca, perdieron como siempre». No se amilanaron ante nada, y hoy nos ofrecen una oportunidad de triunfo, que realmente no importa si lo logran o no (Ojalá que si!); lo importante es que ya son ganadores, ganadores del aliento de 25 millones de personas, que sufrimos cuando vemos que viene el gol (propio o ajeno), que celebramos los que metemos, sufrimos por los recibidos, pero que en cualquier caso, independientemente de los colores que llevemos por fuera, por dentro somos todos VINOTINTO!
Ahora bien, inevitable es relacionar el tema del Orgullo Nacional con la situación actual de nuestro país. No se trata de politizar el deporte, cosa que sólo pueden hacer quienes sufren de profundos males sociales, pero definitivamente, la vida de un país puede afianzarse con una buena política deportiva. Aquí, leía como se ofreció la entrega de una instalación para la selección nacional, que «por ahora» es, como muchas otras cosas, sólo planos y maquetas. A pesar de que no es sólo la entrega del Pabellón Nacional, sino el apoyo irrestricto a nuestros atletas, en todas las disciplinas, nuestra Vinotinto (y en honor a la verdad, muchos otros compatriotas en distintas disciplinas) ha salido adelante. Pero, por qué no ir más allá? Por qué no unirnos seriamente alrededor de nuestra selección, así como en la historia que inspiró la película «Invictus»?. Esa película trata de Nelson Mandela y su uso de la Copa del Mundo de Rugby de 1995 como una oportunidad para unir al país. Ese torneo significó el regreso de la selección Sudafricana a las competencias oficiales, tras no participar en las justas anteriores por las sanciones impuestas al país debido a su política de apartheid. A pesar del tiempo pasado y de las circunstancias, el equipo local terminó consiguiendo el título, uniendo al país en torno al deporte. El título de la película viene del hecho de que Mandela tuvo el poema en una hoja de papel mientras estuvo en prisión, lo cual le ayudó a sobrellevar su encarcelamiento. Ante las dudas, Mandela le escribe el poema al capitán de la selección surafricana antes del comienzo del campeonato. Una versión del poema Invictus de William Ernest Henley, en español, es la siguiente:

Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pueda existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de la circunstancia
Ni me he estremecido ni he llorado en voz alta.
Bajo los golpes de la suerte
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de furia y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.

Como dato importante, en la realidad Mandela le dió a Francois Pienaar, capitán de la selección, un extracto de un discurso de Theodore Roosevelt, «The Man in the Arena», el cual dió en la Sorbona, Francia, el 23 de Abril de 1910. A continuación se trascribe en una traducción al español, el fragmento más notable y famoso de ese discurso, citado en el discurso de renuncia de Richard Nixon el 8 de Agosto de 1974:

No importan las críticas; ni aquellos que muestran las carencias de los hombres, o en qué ocasiones aquellos que hicieron algo podrían haberlo hecho mejor. El reconocimiento pertenece a los hombres que se encuentran en la arena, con los rostros manchados de polvo, sudor y sangre; aquellos que perseveran con valentía; aquellos que yerran, que dan un traspié tras otro, ya que no hay ninguna victoria sin tropiezo, esfuerzo sin error ni defecto. Aquellos que realmente se empeñan en lograr su cometido; quienes conocen el entusiasmo, la devoción; aquellos que se entregan a una noble causa; quienes en el mejor de los casos encuentran al final el triunfo inherente al logro grandioso; y que en el peor de los casos, si fracasan, al menos caerán con la frente bien en alto, de manera que su lugar jamás estará entre aquellas almas que, frías y tímidas, no conocen ni victoria ni fracaso.

Ya se puede ver, entonces, como nuestros «Hombres en la Arena» han sabido sortear cuanto han tenido, para unirnos a todos. En días como hoy, al ver cómo jugó NUESTRO equipo, recuerdo también una película que vi hace mucho tiempo, llamada FUGA A LA VICTORIA (Victory era su nombre original), que mucho tiempo después me enteré que estaba inspirada en un hecho real llamado El Partido de la Muerte, realizado el 9 de agosto de 1942, donde el FC Start, un equipo de ex-jugadores del FC Dinamo de Kiev (en su mayor parte) se enfrentó al más potente equipo alemán, en la época en que Ucrania estaba ocupada por el III Reich. Los jugadores, a pesar de ser advertidos que de no perder morirían todos, ganaron y humillaron a los alemanes para el delirio colectivo. Pocos días después las amenazas se cumplieron…

El ejemplo de la Vinotinto es importante. Es un ejemplo de lo que se puede lograr. No importa el sacrificio por el que haya que pasar, si se mantiene la constancia, se obtendrá la Victoria. Y esa Victoria, precisamente, es la demostración de que siempre hay esperanza. La esperanza de Venezuela está en la Vinotinto, y la Vinotinto, es la esperanza de Venezuela. SI HAY FUTURO!

Agradezco a Juan Zambrano (@zrjc) por la idea de escribir sobre el tema…

2 opiniones en “LA VINOTINTO: Ejemplo de Constancia, Esperanza de un País!”

  1. Somos Venezuela, Somos Vino tinto!.. esta frase es ya hoy un «Jingle» que resuena en todos los venezolanos!.. lo mas interesante de tu articulo (escrito por alguien que se considera no fanático a ningún deporte) es que expresa la misma pasión y entrega que los que si nos consideramos fanáticos sentimos… y sobre todo a pesar de que en el país los políticos pretenden e insisten en hacer 2 equipos con los jugadores de una misma nación!.. siempre las competiciones deportivas donde nuestros atletas y equipos nos demuestran que si se puede con constancia, sacrificio, disciplina, dedicación y esfuerzo, la magia de la unión deportiva se hace presente y nos convierte por instantes en el país que queremos!!.. Somos Vino Tinto, Somos Venezuela.. Si se puede!!..

  2. Yo no soy fanático del fútbol y además, siempre he dicho que la vinotinto juega como nunca y pierde como siempre. Sin embargo, en esta Copa América los enanos están derrotando a Gulliver y eso me alegra. Quizás alguien diga que lo que pasa es que los gigantes no tienen a los mejores jugadores, pero la realidad es una sola: los enanos están ganado. Creo que hay que tener una actitud como la del entrenador de Venezuela, que se deshizo en elogios al club que derrotamos. Así es como queremos ver a las autoridades, no echándole la culpa al otro si perdemos ni siendo arrogantes si ganamos. Veremos si el ejemplo cunde!

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