«El valor de las emociones está en compartirlas y no sólo tenerlas«. Esta es la traducción que hago de esa frase de Simon Sinek, la cual publicó justo cuando tenía ya rato pensando en escribir sobre este tema. Y es que en los últimos días he estado muy activo y contento porque finalmente logré formalizar el proyecto de tener un podcast. Y eso me ha hecho pensar en que muchos se preguntarán la razón por la cual eso me causa tanta satisfacción. Pues realmente, debo confesar que siempre he tenido algo así como un miedo a la intrascendencia. La pérdida temprana de mi mamá ha avivado esa preocupación de que uno pasa por la vida, deja una huella profunda que al final se irá con quienes disfrutaron de tu presencia. Entonces, la manera que he encontrado de apaciguar ese temor es compartiendo cuanto puedo de lo que hago, pienso y creo. Los tiempos modernos nos han hecho vivir atemorizados de que todo lo que compartamos puede ser utilizado para hacernos daño, pero al final, incluso puede pasarte que te ganes esa lotería aún sin haber comprado un número. No se puede vivir atemorizado por ninguna razón, por lo cual mi acción al respecto era, inicialmente, escribir. Luego, comencé a hacer caricaturas y ahora cuento mis historias. Recuerdo que de muy pequeño me gustaba hacer caricaturas de la gente que iba de visita a la casa, y obviamente la influencia de ver siempre a mis padres escribiendo definitivamente influenció mi amor por la expresión en sus distintas formas. Al respecto, a veces salen obras de arte, a veces no, pero es en esa diversidad donde reside, para mi, el reto de ser cada día mejor. Sólo la práctica hace al maestro, así que, voluntariamente, sigo buscando ser cada día mejor en lo que hago. Y al final, pues han sido más las satisfacciones que los desencantos.
Y hablando de trascendencia, es importate reforzar que la misma no implica fama. Entonces, cómo se sabe que lo que haces trascenderá en el tiempo? Pues en mi caso, una de las mejores muestras es cuando me siento a escribir y a mi lado se sienta mi hija a hacer lo propio. Los avances tecnológicos ahora permiten que una niña como ella se autoproclame «youtuber», y que aproveche esa inspiración para hacer de las caricaturas más divertidas que he visto.
«Lo que se hereda no se hurta» dicen por ahí. Siempre mi mamá dijo que lo único que nos dejaría serían los estudios… y realmente fué eso y mucho más! La tarea de hacer trascender su sabiduría es casi una misión de vida, que hago con la mayor pasión y gusto.
A esta altura de mi vida, me atrevo a declarar que no hay mejor inspiración que escribir para uno mismo. A veces me dicen que «busque oficio», y en esos casos las palabras sobran para explicar que, sin lugar a dudas, este es mi oficio. Si alguien entiende lo difícil que es dar los primeros pasos en cualquier emprendimiento que se plantee o sueño que se tenga, ese soy yo. Y en cuanto a expresarse, el temor a la crítica puede llegar a ser suficiente como para decidir enterrar nuestra inspiración. Pero, como dije antes, no se puede vivir atemorizado, así que con todo gusto, estoy abierto a recibir sus comentarios sobre lo que les gusta y lo que no de lo que hago.
Y para finalizar, les dejo el Segundo capítulo del Podcast. Antes del Tercero, habrá un mini-capítulo donde estaré contando una experiencia personal relacionada con una de las frases que he estado publicando. Gracias a las mas de 120 personas que han escuchado el podcast, y espero que como ellas, muchas mas se enganchen con mis cuentos…