La Responsabilidad de Liderar – (… de experiencia ajena)

Fernando J. Castellano Azócar

Cuando era pequeño había en mi casa una regla según la cual debía estar durmiendo a las 8 de la noche en los días de escuela. Justamente a esa hora pasaban en la televisión las series que más me gustaban: SWAT, EL Hombre Nuclear, Misión Imposible… Por supuesto que todos los días peleaba para quedarme a ver mis programas pero al final había un rotundo «NO», y cuando me atrevía a preguntar por qué debía hacer lo que me pedían la respuesta terminaba siendo «porque yo lo digo». El papel del Jefe es hacer que la gente haga lo que se requiere les parezca o no. El Líder, por el contrario, inspira a la gente para que quieran hacer lo que se requiere.

Un Jefe usa el poder y la autoridad para que la gente haga lo que ya sabe que se puede hacer. Los Jefes son necesarios en toda organización pero no son suficientes para alcanzar los objetivos. Por el contrario, es voluntario liderar y es voluntario seguir a un líder. Si alguien insiste en que se haga algo, ya no está liderando. Y un factor que se debe considerar ya que es fundamental en el proceso de Liderazgo es la Creatividad. La creatividad es el mágico acto humano de hacer algo que podría no funcionar. Si de antemano se busca hacer algo que se sabe que va a funcionar, pues no se va a liderar.

Un Líder es un experto en introducir su alma en la organización, y es que necesita ser muy honesto para lograr ese objetivo de hacer que la gente quiera ir en la dirección necesaria, porque lo más importante que un Líder tiene en sus manos y bajo su responsabilidad es la vida de las personas de su equipo. La buena noticia es que Liderar es una habilidad que se puede desarrollar y el camino para ello pasa por adoptar, entre otros, los siguientes comportamientos:

1. Cultivar la consciencia de sí mismo. Es muy importante conocer sus fortalezas y debilidades así como entender cómo afectan sus actos al equipo.
2. Actuar con humildad. Escuchar a todos, buscar y aceptar la retroalimentación. Preguntarse: ¿qué podría hacer de forma diferente? ¿Qué estoy haciendo bien? ¿Cómo puedo dar soporte a los demás? ¿Cómo puedo crear un mejor ambiente para que mi equipo trabaje?.
3. Demostrar Empatía. La empatía es lo que permite entender y apreciar lo que los demás están experimentando. Pero la empatía difpicilmente se puede simular.
4. Energizar al equipo alrededor de un propósito y una visión. Los miembros del equipo necesitan ver cómo su trabajo hace la diferencia tanto para la organización como para ellos mismos.
5. Construir sobre sus propias experiencias. El compartir una historia real desde sus propias experiencias demuestra vulnerabilidad y eso elimina las barreras gerárquicas al demostrar que se vive lo mismo que los demás.

Quienes tienen la suerte de tener a cargo un equipo deben balancearse entre ser Jefes y Líderes. Las circunstancias llevan a los momentos en los que se debe identificar qué posición aplica, pero lo importante es tener siempre en cuenta que el papel principal es garantizar que los demás tengan todo lo necesario para alcanzar sus objetivos. Esto presenta el gran reto de no usar la manipulación sino por el contrario la sinceridad, lo cual no es nada fácil. En la serie «New Amsterdam» dijeron una frase que se me quedó grabada:

Los Líderes toman decisiones que no los dejan dormir, así que si estás durmiendo bien no estás haciendo tu trabajo como Líder.

En uno de sus útimos artículos Xavier Marcet propone sobre liderar:

«Liderar es ecualizar. Domar egos. Una empresa es un ecosistema frágil que requiere de equilibrio. Las empresas viven en tensión competitiva, liderar supone evitar que los desajustes y las tensiones internas acaben sumándose a las tensiones que aportan de por sí la competencia y los mercados. Liderar es velar por la solidaridad interna. Trocear el alma es no tener alma»

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