Mucho tiempo teníamos sin conversar, y ese día, por su cumpleaños, nos reencontramos. En medio de aquel monólogo que producía mi emoción desbordada (MiCo siempre supo como mantenerse incólume), se me ocurrió hacerle este regalo, y pues aquí está…
(En la foto, de izquierda a derecha, Rafa Macadán, MiCo Mario, y yo)