Este semana fué muy importante para mi familia: finalmente se concretó la naturalización de mi hija como Mexicana. Más allá de lo que eso implica para nosotros, en medio de la ceremonia, y de un mar de emociones cruzadas, me llamaron mucho la atención dos detalles: Estaba la Orquesta Sinfónica de la Secretaría de Marina interpretando algunos temas, entre los cuales nos deleitaron con «Granada», y con «El Jinete». No dicen nada esos títulos, sin embargo, «Granada» era una canción que le gustaba muchísimo a mi mamá, especialmente la versión cantada por Plácido Domingo; Y esa canción de «El Jinete» la escuchaba mi papá, quien no era un fanático de la música mexicana, y la recuerdo muy claramente porque siempre que la escuchaba me decía «ese es Miguel Aceves Mejía, el rey del falsete», y hasta cambiaba el apellido refiriéndose a el como «Miguel Aveces Jemía». En el medio de toda la prosopopeya de la ceremonia, me quedé estupefacto, controlando mis emociones, porque me parecieron unas señales muy claras de su presencia y complacencia…
No es la primera vez que me sucede, pero por lo general termino pensando que estoy medio loco y que son vainas mías, sin embargo, como que con el tiempo me he ido haciendo más sensible a esos detalles, y no sé si interpretarlos como señales. El problema, asumiendo que efectivamente lo fueran, sería descubrir que quieren decir, pero eso sería otro tema por desarrollar.