Reflexión de la semana: Equipo


reflexionesHoy en día se ha vuelto un lugar común hablar de equipo, y por supuesto, inevitablemente, de liderazgo. Y quizás el problema al que nos enfrentamos en esta etapa de trabajo en equipo y liderazgo es que esperamos que los resultados sean algo exógeno a nosotros, algo propio «del equipo», de manera que al no alcanzarlos, delegamos la responsabilidad o los motivos al hecho de que los demás no tuvieron la misma disposición de trabajar en conjunto que tuvo uno. Siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio, reza el dicho popular, pero en la medida en que entendamos, y mejor aún, que actuemos con la disposición de darlo todo en lo individual, demostrando con nuestro ejemplo el potencial que tiene el equipo al que pertenecemos si todos hacemos lo mismo, inevitablemente obtendremos los resultados planteados; y si no, pues podremos estar orgullosos de que dimos todo lo necesario y que fuimos honestos con quienes compartimos la aventura.

Es muy fácil escudar la falta de acción en función de las reglas establecidas, pero cuando de alcanzar las metas se trata, en muchas oportunidades se debe luchar en función de modificar el marco establecido. En ese sentido, esta semana comencé con la frase de Vishen Lakhiani: «There´s a big difference between bending to life’s necessities and blindly accepting that you must live your life according to preconceived rules«. No se trata de ir en contra de todo, sino de entender cuales son las razones que impiden avanzar en el camino hacia la meta, y actuar. Esto puede significar, en el entorno de un equipo de trabajo, simplemente hablar con alguien, conocer de sus circunstancias, ver más allá de lo que parece evidente. Los estoicos nos dejaron una gran herencia en cuanto a conocimiento se refiere, y de Seneca escogí esta frase: «We like to say that we don’t get to choose our parents, that they were given by chance – yet, we can truly choose whose children we wish to be«. Ciertamente, no escogemos a nuestros padres, pero sin lugar a dudas podemos decidir qué hijos queremos ser, lo cual aplica no sólo en el ámbito familiar, sino en el referente a un equipo al cual pertenezcamos. Quién vamos a ser, que aporte vamos a dar, es una decisión que tomamos nosotros. Independientemente de los factores externos, está en nuestro total control la actitud con la cual vamos a enfrentar todo reto o circunstancia que se nos presente, y al final, no será responsable «el equipo», sino nosotros, cada uno de sus miembros, de los resultados que obtengamos. Por ello es imprescindible conocerse, ser honestos primero con nosotros mismos, para luego poder ser honestos con nuestros compañeros, de manera de poder establecer relaciones de confianza que, sin lugar a dudas, terminarán llevando a todos a la meta común.

La siguiente frase fué una reacción ante las circunstancias. Maximilien Robespierre nos dice: «The secret of freedom lies in educating people, whereas the secret of tyranny is in keeping them ignorant«. Muy a menudo nos vemos sometidos a circunstancias que nos presentan grandes riesgos, así como oportunidades. Por alguna razón, nos es más fácil identificar los riesgos como excusa ante la inacción producida por la incertidumbre; y cuán difícil es identificar las oportunidades. Ante la inquietud por el riesgo percibido, no queda más remedio que esperar que el tiempo muestre si teníamos razón en nuestra percepción, o trabajar en función de disminuir el riesgo, pero esto último no siempre es posible, por lo cual la única opción es esperar, y en mi opinión, hay que hacerlo con la mayor convicción de que las cosas serán como esperamos, y no como tememos. Ante esas circunstancias, donde poco podemos hacer para mitigar el riesgo, debemos hacer un gran esfuerzo y seguir adelante con nuestras vidas, siempre pendientes de lo que suceda, y evaluando si hay alguna posibilidad de participación. En tal sentido, no me queda otra cosa más que confiar en lo que Irving Berlin expresó en su canción «God Bless América» (y que nos bendiga a todos los demás países del mundo también).

Siguió Michael Eisner con su frase: «Failure is good as long as it doesn’t become a habit«. Mucho se ha dicho y escrito acerca del fracaso, y en mi opinión, no se debe temer a alcanzarlo. Lo que hay que preveer es que no podemos ir de fracaso en fracaso en forma contínua. En la historia hay miles de relatos acerca de aquellos que luego de muchos fracasos lograron alcanzar el éxito de sus vidas, y uno mismo tiene sus propias historias al respecto. Lo importante es tener la capacidad de evaluar las circunstancias e intentar nuevamente, pero con algún cambio, porque como dijo Einstein: «Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados«. La siguiente frase, de Jay Danzie, me es muy familiar y cercana: «Your SMILE is your LOGO, Your personality is your BUSINESS CARD, How you leave others feeling after having an experience with you becomes your TRADEMARK«. Mi mamá en muchas oportunidades me dijo que yo la desarmaba con la sonrisa, siempre presente, y afortunadamente siempre he podido mantenerme con una actitud positiva y ofreciendo mi mejor sonrisa a la mayoría de las circunstancias de la vida. Incluso, y me pasó hace poco, en los momentos en que estoy muy nervioso, muestro una sonrisa y hasta me río, lo cual en ciertos momentos resulta difícil de entender (y mucho más de explicar). En los Scouts aprendí que «[el Scout] siempre canta y sonríe en sus dificultades», y siempre ha sido mi forma de actuar. Y resulta ser una actitud importante cuando se esta en un equipo y se enfrentan momentos difíciles. Al final, esa experiencia es la que se dejará en cada una de las personas con las cuales interactuamos, y, en mi opinión, es mejor que te recuerden por tu sonrisa y buena actitud.

Y para finalizar la semana, nuevamente los estoicos me alumbraron el camino. Epicteto me impactó con su frase: «The greater the difficulty the more glory in surmounting it. Skillful pilots gain their reputation from storms and tempests«. Siempre estaremos enfrentados a circunstancias difíciles, y está en nosotros aprender a lidiar con cada una de ellas. La duda y el temor nos acecharán, pero si nos preparamos, podremos utilizarlos en nuestro favor. Y en un equipo de trabajo, ante las dudas que surjan de la posibilidad de éxito, hay que comenzar remontando nuestros temores para infundir al resto la confianza en sobreponerse a las circunstancias. Y lo importante es que cada uno de nosotros está expuesto a ser quien lidere en esos momentos al equipo, por lo cual se debe tener la confianza en las capacidades propias. Las oportunidades no siempre vienen en forma de lámpara mágica, y de lo que muchos piensan que son las peores circunstancias podemos resultar uno de esos líderes casi mitológicos. Sólo hace falta que estemos dispuestos a arriesgarnos, que confiemos en nuestra preparación, que seamos absolutamente honestos, y que tengamos la humildad siempre requerida para destacarnos no sobre los demás, sino sobre las circunstancias.

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