Sin lugar a dudas, somos lo que hacemos. A veces hacemos lo que queremos, otras, lo que nos toca, pero en general todo compone nuestra experiencia, que en conjunto no es mas que nuestra vida. Tenemos la suerte de nacer, y luego, por un tiempo, hacemos lo que nos toca. En ese período desde el nacimiento hasta la adolescencia no estamos muy sometidos a la toma de decisiones. Luego, empezamos a tener algo de control sobre lo que hacemos, impulsados al comienzo principalmente por el flujo de las hormonas que se despiertan, y luego, dirigidos por las vueltas del destino, el cual nos fijamos pero no controlamos a pesar de poder tomar las mejores decisiones. Así, la vida pues va pasando.

En algún momento todos pasamos por la presión por lo que deparaba el futuro. En la Universidad se preguntaba uno cuando terminaría; Al momento de casarse se pregunta uno si está tomando la decisión correcta; en el trabajo surge la duda de si es lo que se quería hacer. Y, a pesar de conseguir las respuestas, adecuadas o no, pues la vida continúa y uno al final entiende que se va de pasajero.

Cuántas cosas no suceden en el camino… Amigos, familia, momentos… La memoria permite recordar los principales, pero los detalles van formando la base que nos sustenta, y que a pesar de no estar presentes todo el tiempo, un sonido, un olor, una imagen te transportan y comienzas a revivirlos. Sonríes, lloras, suspiras. Y caes en cuenta de que al final, ciertamente, las cosas se arreglan. Lo bueno siempre se repite. Lo malo, pues pasa y nos deja las experiencias que en conjunto nos servirán de guía no sólo a nosotros mismos, sino a quienes vienen detrás, nuestros hijos, sobrinos, hermanos…

Mi vida, lo que soy, es gracias a lo que me ha tocado hacer. En muchos momentos pasamos por situaciones que nos hicieron dudar, en que nos sentimos arrinconados. Pero salí adelante. La esperanza nunca desaparece. No va a desaparecer. Cada uno de nosotros tenemos miles de razones por las cuales seguir luchando. Y lo seguiremos haciendo porque es parte importante de la Vida.