¿Para quién se trabaja? – (…de experiencia ajena)

Finalmente cierro el ciclo de ésta serie, una idea que nació hace mucho tiempo y que se siente la satisfacción de haberlo logrado. Un intento de aportar algunas ideas sobre preguntas que uno se va haciendo a lo largo de su vida y particularmente de la profesional.

Muchas veces me ha surgido esta pregunta de para quien trabajo. La respuesta inmediata es que trabajo para quien me paga mi sueldo, lo cual no resulta ser tan claro porque al final los sueldos se pagan del dinero que ingresa a las empresas y que tiene distintas fuentes siendo la mas evidente lo que pagan los clientes, por lo cual uno podría asumir entonces que se trabaja para mucha, mucha gente.

Otra visión muy básica pero abrumadoramente cierta es que se trabaja para quienes viven de tu salario, grupo en el que entrarían las escuelas, los servicios públicos, los bancos…

Desde mi punto de vista no hay más respuesta sino que se trabaja para uno mismo. Como seres humanos necesitamos tener sentido de pertenencia y saber que aportamos algún valor a causas que benefician a nuestro entorno. La respuesta a la pregunta planteada se encuentra en como se siente uno con la forma como se hace el trabajo. Podría uno sentir que no se está generando valor, posiblemente porque se ha buscado la seguridad de hacer lo mínimo, de no destacar, de no sobresalir para no exponerse, pero eso llevaría a la posición en la que se está haciendo lo mínimo para solo recibir un dinero a cambio; se está en modo de supervivencia. En ese punto definitivamente se está trabajando para el individuo. Pero por otro lado, si se asume la posición contraria se entra en un mundo en el que se siente que se esta generando ese valor que hace que valga la pena el sacrificio de estar apartado de la familia, que se ve en el impacto que se ejerce en la sociedad a la que se pertenece, en el orgullo y satisfacción por lo que se está haciendo.

Al final, si se tiene un trabajo que a pesar de esos momentos que siempre existirán y que nos hacen querer dejarlo todo a cambio de algo de paz nos gusta, nos llena, no surge la necesidad de saber para quien se trabaja. Ahora, si de forma recurrente necesitamos saber para quien trabajamos, quizás la duda es otra… pero eso nos llevaría nuevamente al comienzo de ésta serie.

The work you choose needs to have three qualities: it has to be something you have a natural aptitude for, that you have a deep interest in, and that offers scope to do great work.

Paul Graham

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