
Por: Fernando J. Castellano Azócar
He tenido la oportunidad de vivir el proceso de conversión de la palabra «Líder» en un concepto sobre el que se basan muchas cosas hoy en día, y para mi el Liderazgo es esa fuerza que inspira a un grupo de personas para alcanzar una meta, convencidos todos de la importancia del aporte de cada uno, así como de la relevancia de lograr lo establecido, lo cual contrasta diametralmente con el concepto de simplemente ordenar a la gente hacerlo. Pero en ese proceso, puede un Líder tener excusas? Puede un Líder apuntar a alguien de su equipo como el responsable de que no se haya logrado el objetivo, y con eso quedar eximido de toda responsabilidad? En mi opinión NO!. Siendo el Liderazgo una decisión voluntaria que se toma, lo que enmarca esa fuerza, ese poder, es la confianza, la cual se construye en función de la sinceridad.
Existen muchas definiciones de lo que significa Liderar, pero gracias a una muy buena recomendación que me hicieron tuve la oportunidad de leer el libro «El Club de las 5 de la mañana», de Robin Sharma, del que comparto una visión muy reveladora para mi sobre lo que es Liderar:
Dijo el Millonario: Liderar es inspirar a los demás a través de nuestra propia manera de vivir. Liderar es caminar a través del fuego de los más difíciles hasta llegar al perdón. Liderar es impedir que cualquier forma de mediocridad se infiltre en nuestra vida en una celebración deslumbrante de la majestuosidad que es nuestro derecho de nacimiento. Liderar es convertir nuestros terrores en triunfos y traducir nuestras frustraciones en heroísmo. Y, más que nada, Liderar es ser una fuerza del bien en este pequeño planeta en que vivimos. Hoy podéis aceptar esta gran llamada para elevar los estándares por los que se rige vuestra vida durante el resto de los años que os queden por vivir.
El Club de las 5 de la Mañana
Para mi, no existe ninguna excusa en esa visión del Liderazgo, y para lograrlo, hay un par de reglas que se pueden aplicar. La primera es: «No tienes que terminar, pero debes comenzar«; la segunda es: «No necesitas comenzar, pero si lo haces, debes terminar«. La primera es de aplicación muy personal. Por ejemplo, si se quiere crear un hábito, aplica perfectamente, ya que nos guía para salir de nuestra zona de confort, y después sólo la constancia será el elemento que nos lleve a alcanzar la meta propuesta. Y la segunda aplica particularmente para quienes tienen responsabilidades de Liderazgo. Ese compromiso que se establece con el equipo debe mantenerse independientemente de las circunstancias, ya que es lo que creará la confianza para que todos se enfoquen en alcanzar el objetivo.