Más allá de los Límites!

Fernando J. Castellano Azócar

La interpretación tradicional que se le dá a la historia de Icaro es que refleja lo peligroso que puede ser para cualquier ser humano embriagarse con la dicha de una ilusión, sin considerar que todo exceso es nocivo. En la mitología griega Icaro es el hijo del arquitecto Dédalo con quien fué encarcelado en la isla de Creta por el rey Minos para evitar que revelaran el secreto del laberinto. Dédalo decidió escapar de la isla en secreto, pero dado que Minos controlaba las aguas y la tierra, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para él y su hijo. Enlazó plumas entre sí uniendo con hilo las plumas centrales y con cera las laterales y le dió al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro. Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo advirtió a Icaro que no volara demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar. En la medida en la que Icaro se sintió cómodo hizo caso omiso a la advertencia de su padre y se acercó demasiado al sol y la cera de las alas se derritió, muriendo cuando cayó al mar.

El problema con el mito de Icaro es que representa el deseo de alcanzar nuevas alturas, pero también las consecuencias de no seguir las advertencias. Y lo considero un problema porque pretende justificar que no se busque ir más allá, romper los límites. En mi experiencia para crecer no es suficiente hacer muy bien lo que es nuestra responsabilidad sino por el contrario se necesita hacer algo más, destacarse, ir más allá de lo establecido. Y lo interesante es que en muchos casos esos límites nos los imponemos nosotros mismos en la forma de “no me pagan suficiente para hacer eso”; “no le voy a hacer el trabajo a otro”; “no es mi problema”.

Por supuesto que siempre habrán oportunidades, y por supuesto que se debe estar muy consciente de lo que se va a hacer. Y es esa consciencia la que genera el nivel de riesgo que nos hace dudar por el temor a fallar, pero precisamente en la forma como manejemos ese temor es donde están las oportunidades de crecimiento.