
Hoy, al llegar a la oficina, mi equipo de trabajo me abordó para plantearme un grave problema que estaba afectándonos. Tenían semanas examinando la situación en detalle, y nuestros expertos no habían podido dar con la solución. Tomando aire, les pedí que se calmaran y que me explicaran en detalle lo que los atormentaba, por lo cual, luego de casi 2 horas de muchas intervenciones, pedí que me dieran unos minutos para pensar en la respuesta. Pasé por varias opciones, haciendo los cálculos mentalmente, hasta que levanté mi dedo índice para llamar la atención de todos, y dije: “apliquen al problema el Trinomio Cuadrado Perfecto, y al factorizarlo obtendrán la solución”. Con la humildad que me caracteriza, los dejé en la sala para que validaran mi respuesta, y unos minutos después me confirmaban que esa era, efectivamente, la solución al problema…
La anterior es una entrada en un diario que NUNCA sucederá. No es que no se pueda estar en esa situación, sino que es altamente improbable que la solución sea simplemente algunas de las tantas cosas que se vieron en los días de estudiante. En mi experiencia, en algunas oportunidades he podido llegar a identificar que un comportamiento se ajusta a una función estadística (como la distribución de Poisson); o el muy conocido Six Sigma en términos de calidad; pero así como que uno diga “pero por qué no usas una integral triple para solucionar ese tema?”, pues no, no que yo sepa…
Lo que si es cierto es que todas las herramientas que usamos hoy en día nos proporcionan resultados basados en todas esas cosas, y la capacidad de cálculo tan común ahora permite que pase desapercibido ese hecho. Decía uno de mis profesores en la Universidad que uno necesitaba saber la base teórica para validar que los resultados de una máquina eran correctos, y aunque parezca absurdo, hoy en día, con toda la tecnología y el conocimiento disponibles, aún hay gente que hace gráficos estadísticos en los cuales la suma de los porcentajes pasa de 100… Y al final, con qué cara veo yo a ese Maestro cuando actualmente de lo que vivo es de ver infinitas hojas de excel…
Lo que me inspiró a escribir esto fué la preocupación con la cual el hijo de un amigo pedía que lo ayudaran a hacer una tarea, y su papá apenas lo vió dijo: “ah, pero eso es un Trinomio Cuadrado Perfecto!!!”. Eso me impresionó porque son cosas que están en lo más profundo y remoto de mi mente, razón por la cual preferí quedarme muy callado, cosa rara en mí, y buscar de inmediato en google que carajo era eso!!!!